Medita En
Y muchos le siguieron, y los sanó a todos. (Mateo 12:15)
Mira la lectura de
hoy. No importaba quiénes fueran, ni qué clase de pasado tenían estas
personas. Cuando lo buscaron a Él para
que los sanara, Jesús los sanó con
alegría y de buena gana. Él nunca les preguntó qué habían hecho o
qué no habían hecho, ni si se habían arrepentido. Él nunca
les pidió que firmaran el compromiso de seguirlo y nunca le dijo a nadie que no lo curaría porque merecía estar
enfermo.
Seguramente ninguno de
ellos era perfecto en su vida, pensamientos
o comportamiento. Seguramente hubo
algunos que vinieron a Él sin que su fe
fuera fuerte. Sin embargo, todo esto no le importó a Jesús. Todo lo que a Él le importaba era que habían
estado sufriendo y necesitaban ser
liberados.
Amado, mira a este Salvador compasivo cuando acudas a Él
para recibir sanidad. Él no impone sobre
ti condiciones, ni requisitos. ¡Él simplemente quiere sanarte y hacerte
libre!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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