Inspiración de Gracia
Y Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso sobre el
asta; y sucedía que cuando una serpiente mordía a alguno, y este miraba a la
serpiente de bronce, vivía. (Números 21:9)
“Pastor Prince, yo sé que Dios es mi sanador. ¿Pero por qué esta enfermedad y dolor todavía
están en mi cuerpo?” Si has estado
mirando tu enfermedad y dolor todo este tiempo, deja de mirarte a ti mismo y comienza a ver a Jesús. ¿Llevó o no llevó Él tu enfermedad y dolor sobre
Sí Mismo?
La Palabra de Dios
declara: “Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades y cargó con nuestros
dolores…” (Isaías 53:4) Dado que
Jesús ya llevó tu enfermedad y dolor en la cruz, Él no puede “devolverlos.” Incluso si te resulta difícil creer que Jesús
ya pagó por tu sanidad, especialmente cuando el dolor es insoportable, la verdad es que ya fue pagado. ¡Hablamos
de una obra terminada!
Dios no está diciendo
que tu enfermedad no existe, ni te está pidiendo que finjas que no está allí. Él te está pidiendo que apartes tu mirada de
la enfermedad, por dolorosa que sea y que veas la verdad de que esta ya fue juzgada en la cruz en el cuerpo
de Su Hijo.
Una vez, mientras aún se
encontraban en el desierto, el pueblo de Israel fue atacado por serpientes
mortales del desierto. Las serpientes
eran reales. Las picaduras eran
dolorosas y mortales. Así que Dios le
dijo a Moisés que apuntara a las personas hacia la serpiente de bronce que
estaba colocada sobre un poste —una figura
de la cruz. (Ver Juan 3:14) El bronce
significa juicio. En otras palabras, la
serpiente que era su problema, ya había sido juzgado en la cruz.
Los que pusieron sus
ojos en la serpiente de bronce, vivieron. Los que se enfocaron en sus heridas, murieron.
Así que, deja de mirar tu enfermedad. En
cambio, mira a la cruz y mira a tu enfermedad ya juzgada en el cuerpo de Jesús.
¡Ciertamente Él llevó tus enfermedades y
cargó con tus dolores! Esa es la verdad
de la Palabra de Dios. Y Su Palabra reemplaza
los hechos naturales.
Amigo, nosotros dejamos
que los hechos naturales gobiernen o establecemos la verdad de Dios sobre nuestros
problemas, según en qué elegimos enfocarnos. Así que, hoy decide no enfocarte en los hechos
relacionados con tu problema. En cambio, establece la verdad de la
Palabra de Dios y la obra terminada de Cristo sobre tu problema —¡y vive!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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