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domingo, 21 de junio de 2020

Mira La Palabra, No Los Hechos Naturales


Inspiración de Gracia
Y Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso sobre el asta; y sucedía que cuando una serpiente mordía a alguno, y este miraba a la serpiente de bronce, vivía.  (Números 21:9)
“Pastor Prince, yo sé que Dios es mi sanador.  ¿Pero por qué esta enfermedad y dolor todavía están en mi cuerpo?”  Si has estado mirando tu enfermedad y dolor todo este tiempo, deja de mirarte a ti mismo y comienza a ver a Jesús.  ¿Llevó o no llevó Él tu enfermedad y dolor sobre Sí Mismo?
La Palabra de Dios declara: “Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades y cargó con nuestros dolores…” (Isaías 53:4)  Dado que Jesús ya llevó tu enfermedad y dolor en la cruz, Él no puede “devolverlos.”  Incluso si te resulta difícil creer que Jesús ya pagó por tu sanidad, especialmente cuando el dolor es insoportable, la verdad es que ya fue pagado.  ¡Hablamos de una obra terminada!
Dios no está diciendo que tu enfermedad no existe, ni te está pidiendo que finjas que no está allí.  Él te está pidiendo que apartes tu mirada de la enfermedad, por dolorosa que sea y que veas la verdad de que esta ya fue juzgada en la cruz en el cuerpo de Su Hijo.
Una vez, mientras aún se encontraban en el desierto, el pueblo de Israel fue atacado por serpientes mortales del desierto.  Las serpientes eran reales.  Las picaduras eran dolorosas y mortales.  Así que Dios le dijo a Moisés que apuntara a las personas hacia la serpiente de bronce que estaba colocada sobre un poste —una figura de la cruz. (Ver Juan 3:14)  El bronce significa juicio.  En otras palabras, la serpiente que era su problema, ya había sido juzgado en la cruz.
Los que pusieron sus ojos en la serpiente de bronce, vivieron.  Los que se enfocaron en sus heridas, murieron.  Así que, deja de mirar tu enfermedad.  En cambio, mira a la cruz y mira a tu enfermedad ya juzgada en el cuerpo de Jesús.  ¡Ciertamente Él llevó tus enfermedades y cargó con tus dolores!  Esa es la verdad de la Palabra de Dios.  Y Su Palabra reemplaza los hechos naturales.
Amigo, nosotros dejamos que los hechos naturales gobiernen o establecemos la verdad de Dios sobre nuestros problemas, según en qué elegimos enfocarnos.  Así que, hoy decide no enfocarte en los hechos relacionados con tu problema.  En cambio, establece la verdad de la Palabra de Dios y la obra terminada de Cristo sobre tu problema —¡y vive!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

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