Inspiración de Gracia
Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el
cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí. Por esta razón hay muchos débiles
y enfermos entre vosotros, y muchos duermen. (1 Corintios 11:29-30)
¿Alguna vez te has preguntado por qué algunos
cristianos están débiles y enfermos y unos incluso mueren jóvenes? Yo agradezco a Dios porque el Espíritu Santo
nos da la razón por la que esto sucede y también la solución. En 1 Corintios 11:29–30, Él nos dice
claramente que la razón por la que algunos cristianos están débiles y enfermos,
y unos incluso mueren prematuramente, es que ellos no disciernen el cuerpo del
Señor cuando participan de la Santa Cena.
Muchos creyentes no
entienden que el pan perforado, rayado y ligeramente quemado, que representa el
cuerpo del Señor, es para su salud y
sanidad. Y cuando participan sin
discernir esta verdad, participan de una manera indigna. Lo contrario es verdadero: Si ellos disciernen apropiadamente el cuerpo
del Señor, entonces ellos serán fuertes y saludables, y vivirán mucho tiempo.
Desafortunadamente, la
iglesia a través de los años ha malinterpretado esta enseñanza y ha enseñado
que si tienes pecado en tu vida, tú eres indigno y no puedes participar de la
Santa Cena, ¡para que no te debilites y enfermes, e incluso mueras! Hemos
convertido una bendición en una maldición. Debido a esto, muchos cristianos tienen
miedo de acercarse a la mesa del Señor y, por lo tanto, se les ha robado el
poder sanador de la Santa Cena.
Amigo, ¡no existe tal cosa como una persona digna!
A lo mejor de nosotros todavía le hace falta,
por lo tanto, fallamos. Así que, personas
indignas son las únicas personas que participan de la Santa Cena. Pero
debido a que Jesús murió por las personas indignas, Él calificó a aquellos de
nosotros que lo tomamos a Él como nuestra justicia, para que participemos
de todos los beneficios que Él murió para darnos.
De manera que, no es cuestión de si tú eres digno o
indigno de participar, sino de cómo lo haces. Acércate a la mesa del Señor con confianza y participa de la Santa
Cena porque Jesús te ha calificado con Su preciosa sangre. No la trates como un ritual, sino libera tu fe hacia la salud y sanidad,
mientras disciernes que el cuerpo de Jesús fue partido para que el tuyo pueda
estar sano y completo hoy. Cuando tú participas así, estás
participando de una manera digna, ¡y no serás débil ni enfermizo, ni morirás
prematuramente!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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