Medita En
Y había en Listra un hombre que estaba sentado, imposibilitado de
los pies, cojo desde el seno de su madre y que nunca había andado. Este
escuchaba hablar a Pablo, el cual, fijando la mirada en él, y viendo que tenía fe
para ser sanado, dijo con fuerte voz: “Levántate derecho sobre tus pies”. Y él dio un salto y anduvo. (Hechos 14:8–10)
Amado, si quieres tener fe para tu rompimiento,
asegúrate de estar escuchando y creyendo correctamente acerca de Dios por
medio de la palabra de Cristo. Por cierto,
Romanos 10:17 se refiere a la palabra de
Cristo, no a la palabra de Dios, como está escrito en algunas traducciones
de la Biblia. La palabra griega usada
aquí es Christos para Cristo. ¿Cuál es la diferencia? La
palabra de Cristo se refiere a la palabra del nuevo pacto, la palabra de Su gracia.
En el libro de los Hechos,
el apóstol Pablo dice: “Ahora os
encomiendo a Dios y a la palabra de Su gracia, que es poderosa para edificaros y daros la herencia entre todos los
santificados”. (Hech. 20:32) ¿Qué es
lo que puede edificarte y darte una herencia entre los santos? Es la palabra de Su gracia o la palabra de
Cristo. La Biblia nos exhorta a “Que la palabra de Cristo [Christos] habite en abundancia en vosotros, con toda
sabiduría…” (Col. 3:16)
Entonces, si estás
desanimado, te animo a que sigas escuchando mensajes llenos de la gracia y la obra terminada de nuestro Señor Jesús,
como lo proclamó el apóstol Pablo. Esto
fue lo que hizo el hombre lisiado de la escritura de hoy. Cualesquiera que sean tus circunstancias, sigue
escuchando acerca de cómo tus pecados
han sido perdonados por medio de Cristo y cómo tú eres hoy la justicia de Dios en Cristo. Cualquiera que sea el pronóstico que escuchaste,
sigue escuchando acerca de lo mucho que Dios
te ama y de lo mucho que Él quiere
ser un Padre amoroso para ti, velar por ti, proveer para ti y liberarte de
todos tus temores y aflicciones.
Amigo, cuando le des prioridad diaria a esto, tendrás la palabra de Cristo morando ricamente en
ti. Y es esta palabra de Su gracia
la que te impartirá fe y esperanza. Cuando conoces
el amor de Dios por ti, esto te hará correr
hacia Él en lugar de esconderte de Él. Su amor
sobre ti y en ti te hará fuerte. ¡Te hará superar todas las tentaciones y
temores, matar a tus gigantes y vivir la vida con mayor confianza y victoria!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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