Medita En
Uno de Sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, dijo a
Jesús: “Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados;
pero ¿qué es esto para tantos?” Jesús dijo: “Haced que la gente se recueste”. Y
había mucha hierba en aquel lugar. Así que los hombres se recostaron, en número
de unos cinco mil. Entonces Jesús tomó los panes, y habiendo dado gracias, los
repartió a los que estaban recostados; y lo mismo hizo con los pescados,
dándoles todo lo que querían. Cuando se saciaron, dijo a Sus discípulos: “Recoged
los pedazos que sobran, para que no se pierda nada”. Los recogieron, pues, y
llenaron doce cestas con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron
a los que habían comido. (Juan 6:8–13)
Cuando Jesús vio los cinco panes y los dos peces,
a diferencia de Sus discípulos, Él no vio la imposibilidad de la demanda que se
le imponía —alimentar a 5,000 hombres (sin incluir a las mujeres y los niños),
con el pequeño almuerzo de un joven. Él vio la provisión sobrenatural del reino
de Su Padre.
¿El resultado? No solo se alimentó a la gente hasta que estuvieron
saciados, ¡también hubo 12 canastas llenas de sobras!
Amigo, ¿estás enfrentando
una situación de escasez hoy? Quizás no
puedas hallar el tiempo suficiente para hacer tu trabajo, ni para pasar tiempo
de calidad con tu familia. ¿Por qué no
poner tu tiempo en las manos de Jesús
y, como con los cinco panes y los dos peces, le permites que lo multiplique? Jesús te dará sabiduría acerca de la mejor
manera de usar tu tiempo.
Pruébalo por ti mismo.
¡Trae
lo poco que tienes a Jesús! ¡Él multiplicará
lo poco de lo que sea que coloques en Sus manos, y tendrás de sobra!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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