Medita
En
Entonces Jesús le dijo: “¡Vete, Satanás! Porque escrito está: «Al
Señor tu Dios adorarás, y solo a Él servirás».
(Mateo 4:10)
Cuando los pensamientos negativos llegan, no
debes darles tiempo para que echen raíces en tu corazón. Esto se relaciona con el dicho sabio de que no
podemos evitar que las aves vuelen sobre nuestra cabeza, pero si podemos evitar que hagan nido en ella.
No podemos evitar que el enemigo ataque
nuestras mentes, pero si podemos
defendernos usando la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios. (Ver
Efe. 6:17) La Palabra de Dios es infalible, inquebrantable y eterna. (Ver Isa.
40:8, 1Pe. 1:25) Nuestro Señor Jesús Mismo
nos mostró qué hacer cuando estamos bajo el ataque del diablo. Él fue tentado tres veces por Satanás en el
desierto. Cada vez, Su respuesta fue la
misma —Él citó la Palabra escrita de
Dios. Contra
cada ataque, Su respuesta fue decir: “Escrito
está”.
(Ver Mat. 4:1–11)
Sé de creyentes que
dicen: “Dios me habló y me dijo que Él haría esto por mí”. Yo quiero alentarte a que no te dejes llevar
por lo que piensas que el Señor te dijo. No puedes luchar contra el diablo diciendo: “Dios
me dijo”, como algo separado de la Palabra escrita. Por favor, comprende que no estoy, en absoluto,
en contra de que Dios te hable, pero venir contra el enemigo y sus ataques con “Dios
me dijo”, no es lo que nuestro Señor
Jesús hizo.
Amigo, si quieres
combatir los ataques del enemigo, sigue el patrón que nuestro Señor Jesús nos
mostró. En la primera tentación, el
diablo desafió a nuestro Señor Jesús a probar Su identidad, diciendo: “Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras
se conviertan en pan”. (Mateo 4:3)
¿No crees que es interesante que nuestro Señor no dependiera de lo que
Su Padre había hablado audiblemente acerca de Él en el río Jordán? Una voz vino del cielo, diciendo: “Este es Mi Hijo amado, en quien me he
complacido”. (Mateo 3:17) Sin
embargo, el Señor no refirió a Satanás a la palabra hablada de Dios. Una y otra vez, Él declaró: “Escrito
está”. Ahora, si el Hijo de Dios
usó “escrito está” para derrotar al
diablo, cuánto más necesitaremos hacerlo tú y yo.
Cuando el temor se
apodera de tu corazón o los malos pensamientos llenan tu mente, ¡cita Su Palabra escrita!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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