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sábado, 28 de marzo de 2020

Jesús Se Deleita En Que Tú Tomes De Él


Inspiración de Gracia
Pero Él les dijo: “Yo tengo para comer una comida que vosotros no sabéis.”  (Juan 4:32)
Cuando la gente te exige o se mantiene dependiendo de ti, tú puedes terminar estresado, cansado e irritable.  Pero este no es el caso con Jesús.  ¡Cuando las personas toman de Él, Él se fortalece y se renueva!
Después de todo, Jesús es Dios.  Y damos honra a Dios cuando tomamos nuestro lugar como hombres y dejamos que Dios sea Dios al tomar de Él.  Aquel que dijo: “No vine para ser servido, sino para servir” (Mateo 20:28), se deleita cuando tú le permites servirte.
La Biblia nos dice que cuando Jesús llegó a Sicar, Él estaba cansado del viaje y descansó junto a un pozo.  Una mujer samaritana pecadora vino al pozo para sacar agua.  Jesús la ministró y ella se fue regocijándose con la promesa de agua viva.  Los discípulos, al regresar con comida para Jesús, lo encontraron ya fortalecido y renovado.  Cuando ellos se preguntaban quién le había dado comida mientras ellos no estaban, Él les dijo: “Yo tengo para comer una comida que vosotros no sabéis.” (Juan 4:1-42)
Hoy, cuando tú tomas de Jesús y dejas que Él te ministre, eso es “alimento” para Él, que lo “renueva” y lo “fortalece”.
Pero se requiere de humildad para permitir que Jesús nos ministre.  Nosotros nos enorgullecemos de hacer cosas por el Señor.  Queremos levantar nuestros negocios, nuestras familias y nuestros ministerios para Él.  Eso está bien, pero sin Jesús, ¡nosotros estamos espiritualmente en bancarrota!  Realmente no tenemos nada que dar al Señor y Su obra perfecta.  Lo que necesitamos hacer primero es recibir de Él porque cuando recibimos libremente de Él, podemos dar libremente. (Ver Mateo 10:8)
Amigo, Jesús quiere ministrarte.  No trates de ministrarte a ti mismo.  Eso es orgullo y justificación propia.  Los fariseos de los días de Jesús, que sentían que no lo necesitaban y que ellos podían proveer para sí mismos, fueron quienes no pudieron recibir de Él.  Así que trae a Él tus necesidades y di: “Señor, necesito tomar de ti.  Te presento mis necesidades. Minístrame y satisface mis necesidades.  Yo no puedo, pero Tú puedes.  Gracias Señor.”
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

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