Inspiración de Gracia
Y habéis sido hechos completos en Él, que es la cabeza
sobre todo poder y autoridad. (Colosenses 2:10)
Cuando te miras a ti mismo, ¿qué ves? ¿Ves a alguien que es imperfecto y a quien le
faltan muchas cosas o ves a alguien que es perfecto y completo en Cristo?
Hay creyentes que se
ven a sí mismos como personas incompletas. Esto se debe a que viven conscientes de lo que
les hace falta y de sus imperfecciones. Ellos
dicen: “¡Hay tantas cosas en las que soy imperfecto! ¿Cómo
puedo estar completo si hay tantas cosas que me faltan? Ellos ven sus debilidades, se condenan a sí
mismos y se sienten inferiores a los demás.
La buena noticia es
que Dios no ve de la misma manera en que
el hombre ve. El hombre mira la
carne. Dios mira el espíritu. Él nos ve ya completos en Cristo. A pesar de nuestras imperfecciones, Él nos ve
como nueva creación, como participantes de Su naturaleza divina y como más que
vencedores sobre nuestras necesidades. Y
Él quiere que nosotros nos veamos de la misma manera en que Él nos ve.
Lo que nosotros creemos
que necesitamos o nos hace falta, igual si se trata de rasgos de carácter
piadoso o de salud física, ya lo tenemos
en Cristo.
Amigo, tú no vas a
estar completo en Cristo algún día —¡tú ya
estás completo en Cristo! Y lo que te
queda por hacer es caminar diariamente en esa plenitud, creyendo que es verdad y confesando que lo que necesitas en este
momento, Jesús lo es para ti. Él es tu perdón completo, tu justificación completa,
tu favor completo y tu protección completa.
Así que, no te
enfoques en lo que ves que hace falta en tu vida. En cambio, enfócate en cómo en Cristo, en este mismo momento, tú estás completo en
todo. ¡Y en lugar de debilidades,
carencias y defectos, tú verás Su fuerza, Su plenitud, Su solidez y perfección
manifestándose en ti!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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