Inspiración de Gracia
Pues tendré misericordia de sus iniquidades, y nunca más me
acordaré de sus pecados. (Hebreos 8:12)
Una vez yo leí un cómic que mostraba cómo un
hombre codiciaba a una mujer, luego él murió de un ataque al corazón y se fue
al cielo. En el cielo, vio una pantalla
grande que mostraba a todos los presentes una grabación de todos los pecados
que él había cometido en la tierra, incluido el último. ¡Que embarazoso!
No te preocupes, eso
no va a pasarte a ti en el cielo. No hay
una pantalla grande con asientos de primera fila y lugares para que todos
puedan sentarse y ver tus pecados pasados. No hay una grabadora de video en el cielo que está
grabando tus pecados en este momento. Debido a que tu vida de pecados ya ha sido
castigada en el cuerpo de Jesús, Dios ha declarado para ti: “¡Yo nunca, de
ninguna manera, recordaré tus pecados e iniquidades!”
Esto es cierto incluso
para los héroes de la fe del Antiguo Testamento, como Abraham, Moisés y David. Si lees Hebreos 11, que fue escrito después de
la cruz de Jesús, notarás que no hay registro de sus pecados, ni sus fallas. Sin embargo, sus historias de vida nos dicen
que ellos estaban lejos de ser perfectos.
Abraham mintió dos
veces acerca de su esposa Sara. Él dijo
a Faraón, y después, al Rey Abimelec, que ella era su hermana, para proteger su
propia vida. Moisés mató a un egipcio
que golpeaba a un hebreo y escondió el cuerpo en la arena. David cometió adulterio con Betsabé y luego
arregló la muerte de su esposo en batalla. Sin
embargo, sus pecados no fueron registrados en Hebreos 11, ¡solo sus obras
hechas en fe!
Dios te está mostrando
que Él no está grabando tus pecados, ni tus fallas hoy. En cambio, Él está grabando tus confesiones y actos
de fe, hechos en respuesta a lo que Su Hijo ha hecho por ti. Cada vez que tú pecas, cada vez que vacilas en
tu fe, Dios no lo graba. Pero cada vez que crees en Él y le respondes
con fe, ¡Él lo graba! Esto no debería hacerte querer pecar más. ¡Debería liberarte para amar más a Dios!
Así que, no vivas consciente
de tus fallas. Si Dios mismo no las
recuerda, ¿quién eres tú para recordarlas?
Sé consciente de tu justicia en
Cristo (ver 2 Corintios 5:21), y vas
a reinar en la vida. (Ver Romanos 5:17)
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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