Inspiración de Gracia
Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástele a cada día sus propios problemas. (Mateo 6:34)
“Me preocupa el compromiso del gran negocio
que tengo que cerrar mañana.” “Estoy
preocupado por la entrevista de trabajo que tengo mañana.” “Los resultados de mis exámenes médicos estarán
listos mañana. Temo que no serán buenas
noticias.”
Dios no quiere que te
preocupes por el día de mañana. Él
quiere que tú sepas que Él te da toda la ayuda que tú necesitas para hoy y
cuando el día de mañana llegue, también llegará ayuda fresca de Él.
Este es un principio
de Dios incluso en el Antiguo Testamento. Cuando el pueblo de Israel estaba en el
desierto, Dios les dio maná fresco del cielo cada mañana. (Ver Éxodo 16:13–16,
31) Ellos no tenían que preocuparse por el
mañana porque cuando el mañana llegaba, había maná fresco de nuevo. Él era su provisión todos los días.
Hoy, el maná de Dios
es la gracia que Él te da cada día. Si
tú estás preocupado por una situación de mañana, recuerda que habrá suficiente gracia para esa situación cuando esta se
presente. Dios quiere que tú simplemente descanses en Su poder para sanar,
liberar, proteger y proveer para ti todos los días.
En el Antiguo
Testamento, cuando los ejércitos de Moab y Amón se levantaron contra el rey
Josafat, Dios le dijo al ansioso rey: “No temáis, ni os acobardéis… porque la
batalla no es vuestra, sino de Dios… No necesitáis pelear en esta batalla;
apostaos y estad quietos, y ved la salvación del Señor con vosotros.” (2 Crónicas 20:15-17)
Cuando la mañana siguiente
llegó, el rey Josafat vio cómo Dios
provocó tal confusión en el campamento de sus enemigos que los llevó a su
propia matanza. En medio de toda esa
lucha en el campo enemigo, el pueblo de
Dios simplemente se quedó quieto y vio al Señor pelear la batalla por ellos,
tal como Él lo había prometido.
Amigo, cuando tú veas
que un problema se avecina a tu mañana, no
tengas miedo ni te desanimes. Busca al
Señor, y mira Su gracia y salvación librarte de ello.
Dios quiere que tú vivas
una vida libre de estrés, no una vida llena de preocupaciones sobre los problemas
del mañana. Cuando llegue el mañana, ¡Su gracia estará allí para ti como tu
ayuda, protección, favor y capacidad!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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