Inspiración de Gracia
»Cuando alguien ofrezca una ofrenda de cereal como ofrenda al Señor, su ofrenda será de flor de harina, sobre la cual echará aceite y pondrá incienso. (Levítico 2:1)
La ofrenda de cereal en el Antiguo Testamento
habla del sacrificio de Jesús y en la Biblia, el aceite habla de la unción del
Espíritu Santo. De modo que la ofrenda
de cereal, de flor de harina, sobre la cual se había echado aceite, habla de la humanidad de Jesús ungida por el
Espíritu Santo.
Jesús es completamente Dios. Pero cuando Él vino a la tierra, Él
literalmente “se vació de Sí Mismo, tomando forma de siervo.” (Ver
Filipenses 2:7) Es por eso que Él necesitaba ser ungido por el Espíritu
Santo antes de poder comenzar Su ministerio. (Ver Juan 1:33) Aunque
era completamente Dios, Él hizo las cosas por el poder del Espíritu Santo.
Jesús fue ungido para llevar las bendiciones
de Dios a la vida de las personas. Él habló primero de Su
unción cuando predicaba en Su ciudad natal: “El Espíritu del Señor está sobre
Mí, porque Me ha ungido para anunciar el evangelio a los pobres.”
(Lucas 4:18)
Hoy, la unción de Jesús ha venido sobre ti. (Ver 1 Juan 2:20) La Biblia dice que “la unción que recibisteis de Él permanece en vosotros.” (1 Juan
2:27) Pero, ¿cómo es liberada esta
unción que está en ti?
Amigo, esto sucede cuando tú invocas el nombre de Jesús. En el Cantar de los Cantares 1:3, las
vírgenes, que representan a la iglesia, aman Su nombre, que es como ungüento
derramado cuando se pronuncia. Cuando ellas invocaron Su nombre, Su
fragancia fue liberada y se derramó la unción.
Así que, cuando tú invocas el nombre de Jesús, estás
liberando Su unción. Invoca Su
nombre cuando te sientas deprimido y Su unción levantará tu espíritu. Si te estás sintiendo seco y vacío,
simplemente di: “Jesús, Jesús.” Antes de que te des cuenta, un río refrescante
brotará mientras Su unción fluye. Invoca
Su nombre cuando necesites un rompimiento y Su unción lo soltará para ti.
Romanos 10:13 dice que
“todo
aquel que invoque el nombre del Señor será salvo.” Así que invoca el nombre de Jesús y observa
cómo Su unción suelta tu liberación, sanidad, protección y provisión, ¡y te perfecciona!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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