El Señor es mi pastor, nada me
faltará.
Salmo
23:1
Bajo el Nuevo Pacto, cuando meditamos en la Palabra
tenemos que meditar en la persona de Jesús. Jesús es el Verbo hecho carne, y
mientras meditas en Su amor por ti, en Su obra terminada, en Su perdón y en Su
gracia, tú tendrás grandes triunfos.
Puedes simplemente tomar
un versículo y meditar en el amor de
Jesús por ti. Por ejemplo, puedes comenzar a murmurar el Salmo
23:1 en voz baja: “El Señor es mi pastor,
nada me faltará.” Mientras meditas en este sencillo verso, comenzarás
a darte cuenta de que el Señor es (tiempo presente) tu pastor. Un
pastor provee para sus ovejas, las alimenta y las protege. Y
debido a que Jesús es tu pastor, tú no tendrás falta de nada. No
tendrás falta de sabiduría, dirección,
provisión –nada.
Ahora, en este corto tiempo de meditación en
Jesús, te es impartida fe y tu corazón es animado con la realidad de que Jesús
está contigo, incluso cuando estás enfrentando problemas. Seas
un ama de casa, un vendedor o un empresario, tu alma será alimentada y fortalecida cuando medites en Jesús. De
hecho, ¡Él te impulsará hacia el éxito sin que tú siquiera te des cuenta!
Sin que tú tengas que programar o hacer cualquier planificación, Él dirigirá tus
pasos y hará que puertas de oportunidad se abran completamente para ti. Cuando
tú meditas en Jesús, tus caminos siempre
son convertidos en prósperos.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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