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domingo, 2 de junio de 2019

Libre De “¿Estoy Haciendo Lo Suficiente Para Dios?”


Medita En
“Y nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque entonces el vino romperá el odre, y se pierde el vino y también los odres; sino que se echa vino nuevo en odres nuevos.”  (Marcos 2:22)
¿Alguna vez te has preguntado a qué se refería Jesús cuando compartió acerca del vino nuevo y los odres viejos?  Él se estaba refiriendo a la mezcla de los dos pactos.  El vino nuevo representa el nuevo pacto de la gracia, mientras que el odre viejo representa el antiguo pacto de la ley.  ¿Alguna vez has visto odres viejos?  Son frágiles, duros e inflexibles.  Esa es la ley.  Es inflexible.  Y cuando se vierte el vino nuevo de la gracia en el odre viejo de la ley, se perderá ambos porque el odre se arruinará y el vino se derramará.  Las virtudes de los pactos antiguo y nuevo, se anularán y se perderán.
Recibí una carta de Kirsten en Florida, quien experimentó una mezcla de ley y gracia.  Cuando ella recibió su salvación a la edad de diecisiete años, experimentó el amor incondicional por primera vez en su vida cuando fue lavada por la misericordia y gracia de Dios.  Ella comentó que al principio la iglesia era alegre ya que adoraban, compartían y oraban.  Pero después de unos años, ella sucumbió a la mentalidad de obras y comenzó a buscar en las Escrituras para descubrir qué era lo que ella debía hacer.  Habiendo perdido su alegría y su paz, ella estaba atormentada por los pensamientos de “no estar haciendo lo suficiente para Dios”.
La esperanza de Kirsten fue reavivada cuando ella se topó con uno de mis programas de televisión.  Ella dijo: “Esa pequeña chispa de esperanza más tarde estalló en llamas y me liberó.  ¡Wow!  La gracia de Dios es real y no depende de que yo “haga lo suficiente por Él”.  No más obras que son motivadas por la culpa y la vergüenza que me debilitaron, me abrumaron y me agotaron.  Mi paz y mi alegría regresaron al cien por ciento, y yo pude relajarme y disfrutar de mi relación con Dios, con mi familia y con mi iglesia”.
Eso no fue todo.  Su revelación de la gracia de Dios puso una nueva paz y descanso en su corazón, de modo que cuando la crisis económica de 2008 arruinó financieramente a los Estados Unidos y afectó a su familia, ella eligió descansar y creer que Dios proveería para su familia.  “Yo oré una mañana para que Dios nos diera algo ese día basado únicamente en Su gracia y no en nuestros esfuerzos”, dijo.  “¡Menos de treinta minutos después, el ex empleador de mi esposo lo llamó y le preguntó si quería recuperar su antiguo trabajo!  Mi esposo ahora gana tanto como lo hizo en su mejor año antes de la recesión.  ¡La gracia de Dios es maravillosa!
Amado, no permitas que una mezcla de ley y gracia invadan tu corazón y tu mente.  Dios odia la mezcla porque esta te roba la libertad, la paz y la alegría que vienen de descansar en la obra terminada de Su Hijo.  ¡Te roba el poder de reinar en la vida a través de la abundancia de Su gracia!  No se puede poner vino nuevo en odres viejos.  Perderás ambos.  Pero si solo te concentras y meditas en Su gracia y bondad hacia ti y tu familia, como Kirsten, verás que Su gracia provee abundantemente para ti.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

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