Medita En
Para alabanza de la
gloria de Su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos
redención por Su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de Su gracia. (Efesios 1:6–7)
La lectura de hoy nos
dice que nosotros somos aceptados en
Cristo, el Amado. Y debido a que
estamos en Cristo, ¡nosotros estamos agradando a Dios!
¡Pero Pastor Prince, yo
no he hecho nada para complacer a Dios!
Tampoco Jesús. En Marcos 1:9–11, Dios llamó a Jesús Su amado
y dijo que Él le complacía, mucho antes incluso de que hubiera realizado un milagro
o acto de servicio para Él. Verás, Jesús
complace tanto a Su Padre, no por lo que
Él ha hecho, sino por lo que Él es. ¿Lo comprendes? Si no, por favor lee esa última oración de
nuevo.
Jesús no tuvo que hacer nada ni lograr nada antes de que el Padre lo considerara amado y
complaciente. La buena noticia para ti y
para mí hoy es que nuestro Padre en el cielo “nos hizo aceptos en el
Amado” y “en Él tenemos redención por Su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de
Su gracia.” (Efe. 1:6–7)
Esto es cierto para todos
los creyentes en Jesús. En el momento en
tú lo recibiste a Él en tu vida, Dios Padre te hizo acepto en el Amado.
Sabemos que la palabra
“Amado” aquí es en referencia a Jesús. Entonces,
¿por qué Dios no dijo simplemente “acepto en Jesucristo”?
Es porque Dios quiere
que tú seas consciente de que ahora eres
parte de la familia y que eres amado
por Él de la misma manera que lo es Jesús. Además, la palabra “acepto” en el griego
original es una palabra con un significado mucho más rico que lo que pudo
transmitir la traducción al español. Es
la palabra charitoo y significa “altamente favorecido”. Esta palabra se utiliza solo una vez más en la
Biblia y es cuando el ángel Gabriel se le apareció a María y le dijo: “¡Salve, muy favorecida [charitoo]! El Señor es contigo; bendita tú entre
las mujeres”. (Lucas 1:28)
Por lo tanto, tú y yo
no solo somos aceptados en el Amado,
lo cual es fantástico, sino que también somos altamente favorecidos en el Amado, Jesucristo. De hecho, el erudito griego Thayer dice que charitoo también significa que estamos
rodeados de favor. Es por eso que en mi
iglesia nos gusta proclamar y declarar que nosotros somos altamente favorecidos, grandemente
bendecidos y profundamente amados. Esta es una declaración poderosa y un
recordatorio importante de que no estamos solos y no tenemos que valernos por nosotros
mismos en la vida. Nosotros tenemos un Padre en el cielo que nos
ama, nos favorece, nos protege y nos cuida a nosotros y a todos nuestros seres
queridos.
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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