Medita En
En gran manera me gozaré en el Señor, mi alma se regocijará en mi
Dios; porque Él me ha vestido de ropas de salvación, me ha envuelto en manto de
justicia como el novio se engalana con una corona, como la novia se adorna con
sus joyas. (Isaías 61:10)
Después de haber
predicado un mensaje sobre el amor del
Padre en mi iglesia, un joven que había estado involucrado en muchas peleas
de pandillas y que había estado dentro y fuera de la cárcel en numerosas
ocasiones, pasó al frente para recibir a Jesús como su Señor y Salvador. Él miró directamente al pastor de jóvenes y le
preguntó sombríamente: “¿Puede Dios perdonarme por todos los errores que he
cometido?” El pastor de jóvenes lo afirmó diciendo: “En el momento en
que tú pasaste al frente para recibir a Jesús en tu vida, tu Padre en el cielo
te perdonó todos tus pecados y te hizo Su hijo. En este momento, eso es lo que tú eres —Su hijo amado”.
Amigo, no importa cuántas veces has fallado,
cuántos errores has cometido, ni cuán terribles crees que son tus pecados, el poder limpiador y la sangre de tu Salvador, Jesucristo, es mayor que todos ellos. Dios hizo esta promesa para ti en Su Palabra: “Aunque tus pecados sean como la escarlata, Yo
los haré tan blancos como la nieve. Aunque
sean rojos como el carmesí, Yo los haré tan blancos como la lana”. (Isaías
1:18, NTV) Ese es el poder de la cruz en tu vida. En el momento en que crees en Cristo, todos
tus pecados son lavados de una vez por todas y tú eres hecho blanco como la
nieve. ¿Has visto cómo la nieve deslumbra
a la luz del sol? Así es como tu Padre
en el cielo te ve en este momento, vestido con el reluciente manto de justicia.
Pero Pastor Prince,
¿qué he hecho yo para merecer este manto de justicia?
Consideremos al hijo
pródigo. ¿Qué hizo el hijo para merecer
el abrazo del padre o la mejor túnica que el padre le ordenó a sus sirvientes traer
para él? (Ver Lucas 15:22) Absolutamente
nada.
La “mejor túnica” es
una imagen del manto de justicia con el que tu Padre celestial te vistió cuando tú recibiste a Jesús. Este manto de justicia es un regalo gratuito. Tú no puedes ganarlo, ni trabajar para
recibirlo o merecerlo. Es por eso que
todo lo que escuchamos sobre lo que el padre hizo para darle la bienvenida a su
hijo a casa, es una imagen de la asombrosa
e incondicional gracia de nuestro Padre celestial.
Nuestra parte es
simplemente creer en Su bondad y recibir de todo corazón la abundancia
de la gracia y el regalo de la justicia de parte de Él, para reinar victoriosamente sobre cada área
de derrota en nuestras vidas.
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
Muchas gracias por este devocional. Ahora entiendo qué es el manto de justicia sobre mi vida.
ResponderEliminarUna vez estaba luchando con la vergüenza por muchas cosas que he tenido que pasar en un mi duro proceso , y Dios hablo a mi corazón y me mostró como el fue exibido desnudo cuando iba a ser crucificado , y me dijo ahí yo cargue tu vergüenza, hoy quito el manto de vergüenza y te cubro con mi manto de justicia, esto me impacto demasiado
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