Medita En
Y había allí una mujer que durante dieciocho años había tenido una
enfermedad causada por un espíritu; estaba encorvada, y de ninguna manera se
podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: “Mujer, has quedado
libre de tu enfermedad.” Y puso las manos sobre ella, y al instante se enderezó
y glorificaba a Dios. (Lucas 13:11–13)
Hace algún tiempo,
recibimos el precioso testimonio de Kate, quien nos compartió que había sido sobrenaturalmente liberada de cuatro
años de adicción al alcohol. Quizás te
preguntes: “¿Cómo puede ser esto? ¿Cómo
desaparecen así cuatro años de adicción al alcohol? ¿Cómo pudo esa ansiedad tan poderosa perder el
control de esa vida en tan poco tiempo?”
La respuesta es simple
pero poderosa.
En su testimonio, Kate
escribió cómo ella permitió que el amor
de Dios invadiera su mente mientras escuchaba en su iPod, mensajes fundamentados
en la gracia, que estaban llenos de Jesús y Su amor. Amigo, cuando tú
permites que Su amor sature tu mente, no importa qué creencias equivocadas,
temores o adicciones te mantengan atado. La gracia de Dios comenzará a derribarlos. Esto es lo que sucede cuando tú tienes un encuentro con tu amoroso Salvador. Todo el que tiene un encuentro con Jesús no
vuelve a ser igual. Él vino para liberar a los cautivos.
Cualquiera que sea tu
condición, por mucho que sea el tiempo que te haya mantenido atado —dos años,
diez años, treinta años— quiero que sepas
y creas que Dios puede liberarte en un instante sobrenatural. Cree
que Aquel que quiere y es poderoso para liberarte es El mismo que
creó el tiempo, y El que creó el tiempo no tiene límite de tiempo. ¡El que convirtió el agua en el mejor vino añejo
en cuestión de segundos, puede evitar los procesos naturales y acelerar tu
liberación de cualquier atadura!
Conozco a muchas
personas que lucharon con adicciones durante décadas. Pero una vez que tuvieron un encuentro sobrenatural con Jesús, se despertaron una mañana y se
hallaron libres, sin nada de esa necesidad con la que convivían y sin el deseo
de involucrarse otra vez en su comportamiento negativo. Frank, que vive en el estado de Maryland, me
escribió y me contó cómo fue liberado de la adicción a las drogas. Le habían dicho “una vez adicto, para siempre adicto”,
y él lo había creído.
Pero cuando llegó a
conocer la verdad del amor y la gracia de Jesús que transforman vidas,
a través de uno de mis recursos de enseñanza, esto simplemente destruyó las
cadenas que lo ataban. Él escribió: “¡Yo podía haber atravesado el techo
saltando, cuando descubrí que todo lo que tenía que hacer era aceptar la obra terminada de Jesús y Su
gracia! Después de treinta años de adicción a las drogas, pensé que ya no
había esperanza para mí. Pero alabado
sea Jesús, ahora yo soy libre de las drogas y estoy en una buena iglesia que
predica la gracia, junto con mi esposa, que también ha sido liberada de su
adicción a las drogas.”
¡Amigo, ese es el poder de creer correctamente!
Hoy, cree que Dios te ama y que Su gracia está
disponible para ti. Cualquiera que
sea el mal pronóstico que hayas escuchado sobre tu situación, sin importar cuán
oscuras y terribles sean tus circunstancias en este momento, cree y acepta la gracia de Dios. ¡Tú no tienes que aceptar la derrota por el
resto de tu vida!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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