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martes, 11 de febrero de 2020

El Poder De Tus Palabras

Inspiración de Gracia
Muerte y vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto.  (Proverbios 18:21)
La mayoría de las personas, cuando quieren algo desesperadamente, dicen cosas como: “¡Me muero por ese pedazo de pastel!”  Son pocos los que dicen: “¡Vivo por ese pedazo de pastel!”
Lo peor es que somos rápidos para mencionar la muerte cuando las cosas van mal.  Nosotros, los singapurenses, somos rápidos para decir cosas como: “¡Sólo muero!  ¡Sólo muero!” a la caída de un sombrero.  Nadie dice: “¡Sólo vivo!  ¡Sólo vivo!”
Sin embargo, la verdad es que cada palabra que tú pronuncias tiene poder —para construir o destruir esperanzas y sueños, para restaurar o causar pérdida, para sanar o romper el espíritu, para alegrar o desesperar, para bendecir o maldecir— porque la Palabra de Dios dice que la muerte y la vida están en el poder de la lengua.
Así que deja de alinear tus palabras con las circunstancias negativas.  En cambio, comienza a alinear tus palabras con la Palabra de Dios y libera el poder de Su Palabra para que obre para ti.
Por ejemplo, en lugar de hablar de necesidad y pobreza, di: “La Palabra de Dios me dice que las cosas buenas ya están aquí.  Por lo tanto, yo declaro mi vida bendecida.  Declaro mi vida exitosa.  Declaro mi vida genial.  ¡La oscuridad y la tristeza, la pobreza y la enfermedad, la derrota y la depresión, no estarán en mi vida!”
En lugar de hablar de enfermedad y muerte, di: “Yo voy a vivir mucho.  Yo no moriré joven.  Jesús murió joven por mí para que yo pueda vivir mucho para Él.  Yo soy la justicia de Dios en Cristo y la Palabra de Dios declara que ningún mal le sucede a los justos.  ¡Así que contra mí no vendrá ningún mal, ni ahora, ni en el futuro!”
En lugar de hablar de temores sobre tus hijos, di: “La Palabra de Dios declara que la simiente del justo será liberada.  Por lo tanto, mis hijos son liberados de toda maldición, de todo poder de la oscuridad y de toda maldad.  ¡En el nombre de Jesús, yo llamo a vida un grandioso, brillante y bendito futuro para mis hijos!”
Dios quiere que tú tengas una vida llena de días buenos y de abundancia de toda cosa buena.  Así que, di: “¡En el nombre de Jesús, yo ordeno que las bendiciones, favores, salud, provisión, protección, dominio y poder llenen mi vida!”
Viendo a través de los ojos de la fe, 
Joseph Prince

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