Inspiración de Gracia
Y Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: “He aquí, Señor, la
mitad de mis bienes daré a los pobres, y si en algo he defraudado a alguno, se
lo restituiré cuadruplicado.” (Lucas 19:8)
Zaqueo era un recaudador de impuestos. Él era despreciado porque era un hombre tramposo,
engañaba a la gente acerca de su dinero y recurría a acusaciones falsas para
obtener lo que quería.
Un día, Jesús lo
visitó. La Biblia no menciona a Jesús
reprendiéndolo por su estilo de vida deshonesto, durante todo el tiempo que
estuvieron juntos. En cambio, Jesús le mostró gracia y honor, pasando
tiempo con él. De pronto, Zaqueo se
puso de pie y declaró a Jesús que le devolvería el cuádruple a cualquiera de
quien hubiera tomado algo ilegalmente, e incluso le daría la mitad de sus
bienes a los pobres.
Un momento con Jesús cambió por completo el
corazón de Zaqueo. Un momento con la gracia
en persona —sin acusaciones, condenación y juicios— causó una gran transformación
interna, que en poco tiempo, Zaqueo estaba haciendo lo que era correcto, ¡y en
una medida que ningún hombre hubiera esperado de él!
Mucha gente quiere
vivir correctamente. Su preocupación por
vivir correctamente les hace centrarse en sí mismos y en las cosas con las que
luchan. Pero es creer correctamente lo que produce vivir correctamente. Si tú estás tratando de liberarte de una
adicción que te ha atado por muchos años, cree
que Jesús te ama tanto que en la cruz, Él pagó el precio para que tú seas
completamente libre de cualquier adicción. Cree que por Sus llagas tú has sido sanado y
liberado.
Un miembro de nuestra
iglesia tenía una adicción al tabaco. Pero
cada vez que encendía un cigarrillo, él creía
que Dios no lo juzgaba, ni lo condenaba y que aún era la justicia de Dios en
Cristo. Un día, se despertó
impresionado por el Espíritu de que ese día marcaría el comienzo de una vida
libre del tabaco. Esperando ser asaltado
por las habituales ansias de fumar, él oró esto durante todo el día: “Gracias
Jesús, porque por Tus llagas yo fui sanado”. Antes de darse cuenta, el día pasó sin haber
encendido un cigarrillo y sin sufrir algún dolor causado por la abstinencia! Desde entonces, él ha estado completamente libre de esa adicción.
Hoy, si tú quieres experimentar el vivir
correctamente, descubre lo que Cristo ha hecho por ti y lo que tú tienes en Él —¡y
créelo!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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