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martes, 1 de enero de 2019

Acepta Ser Rescatado

Medita En
¿Qué hombre de vosotros, si tiene cien ovejas y una de ellas se pierde, no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la que está perdida hasta que la halla?  Al encontrarla, la pone sobre sus hombros, gozoso; y cuando llega a su casa, reúne a los amigos y a los vecinos, diciéndoles: “Alegraos conmigo, porque he hallado mi oveja que se había perdido.”  (Lucas 15:4-6)
¡Recuerdas la parábola de la oveja perdida que Jesús narró en Lucas 15?  Cuando el pastor encontró a la oveja perdida, él la levantó y la puso sobre sus fuertes hombros.  ¿Qué hizo la oveja?  Nada.  Ésta solo aceptó ser rescatada por el pastor.  Jesús llamó a este acto de aceptación de parte de la oveja, “arrepentimiento” —“habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento.” (Lucas 15:7)
Eso es lo que Dios nos invita a hacer hoy —aceptar ser protegidos.  Él quiere que nosotros estemos sobre Sus hombros, en la seguridad de Él Mismo como nuestra fortaleza impenetrable.  En este lugar, ningún depredador puede atacar a Sus ovejas.   En Sus hombros, tú eres altamente exaltado sobre todos tus problemas, sobre todo daño, todos los ataques y muy por encima de todo principado y poder.  Si, muy por encima de Satanás, por encima del poder de las tinieblas y de la trampa del cazador.  En Sus hombros, tú estás muy por encima de toda enfermedad, dolencia y todo nombre que se nombra.  ¡Que grandioso lugar para estar!
¿Y hace el Señor esto de mala gana?  Absolutamente no.  La Biblia nos dice que el pastor pone a la oveja sobre sus hombros, “gozoso”. (Lucas 15:5)  Nuestro Señor nos rescata con gran gozo en Su corazón y una gran sonrisa en Su rostro.
Amado, el lugar más seguro en el que puedes estar hoy es sobre Sus hombros.  Jesús es tu ciudad de refugio.  ¡En tu día de aflicción, corre a Él!  Oro porque ancles tu corazón en el maravilloso versículo que encierra esto: “Habite el amado del Señor en seguridad junto a aquel que le protege todo el día, y entre cuyos hombros mora.” (Deut. 33:12)  ¡Cuando tú haces al Señor tu refugio y tu lugar seguro, habitarás seguro en Él y no te sucederá ningún mal, ni plaga se acercará a tu morada! (Ver Salmos 91:10)
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

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