Medita En
‘Y habitarás en la tierra de Gosén, y estarás cerca de mí, tú y tus
hijos y los hijos de tus hijos, tus ovejas y tus vacas y todo lo que tienes. ‘Allí
proveeré también para ti, pues aún quedan cinco años de hambre, para que no
pases hambre tú, tu casa y todo lo que tienes.’
(Génesis 45:10-11)
El “lugar secreto” habla de un lugar en Cristo, pro también habla de intimidad. Estar “bajo la sombra del Todopoderoso” es
estar cerca de Él. Hay veces en que
viajo a Israel con mis pastores y el sol está ardiendo. Así que cuando estamos al aire libre, ya sea
en el Monte de las Bienaventuranzas o en Capernaúm, siempre estamos buscando
estar bajo la sombra de un árbol. La
diferencia de temperatura cuando estamos bajo el refugio protector de un árbol
es como la noche y el día. Afuera, no
duraríamos mucho bajo el calor abrasador del sol. Pero bajo la sombra de un árbol, podemos
sentarnos por horas y disfrutar un tiempo refrescante mientras discutimos la
Palabra de Dios.
Amado, estar bajo la sombra del Todopoderoso habla de cercanía,
intimidad y protección. Habla de un
lugar de frescura, calma y descanso. Cuando
el Salmo 91 habla de morar en el "lugar secreto" del Altísimo, ese
lugar secreto no es un lugar geográfico, sino intimidad espiritual con nuestro Señor Jesús. De la misma manera, la Oración de Protección —el
Salmo 91— no es un conjuro o algún tipo
de canto mágico que te asegura protección. Eres tú valorando tu posición en Cristo y tu
relación cercana con Él, y siendo hallado en ese lugar secreto con Él.
Durante más de una década, he estado enseñando a mi iglesia a
declarar el Salmo 91 sobre sí mismos y sobre sus seres queridos, y a ser
conscientes de la estrecha relación que tenemos como creyentes tenemos con
nuestro Señor Jesús. Hace algunos años, recibí un testimonio de protección
divina de un hombre de negocios que asistía a nuestra iglesia. Había estado en un viaje de negocios y se
alojaba en el hotel Marriott en Yakarta, Indonesia. Mientras él se encontraba en el vestíbulo del
hotel, detonaron una bomba fuera del hotel y la explosión atravesó el lobby. La explosión fue tan poderosa que él vio un
cuerpo volando que pasó a su lado. Después
de que el polvo se asentó, se dio cuenta de que, aunque su camisa estaba
salpicada con sangre y había escombros esparcidos a su alrededor, él estaba completamente ileso. Sorprendentemente, se había colocado detrás de
una columna en el momento en que la bomba estalló, y esa columna lo había
protegido del impacto directo de la explosión.
Solo piensa en lo que
podría haber ocurrido si este hombre no hubiera llegado al pilar en el preciso
momento en que la bomba estalló. ¡Toda
la gloria y la alabanza sean para nuestro Señor Jesús, que cuida de los suyos!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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