recibe pequeños mensajes de gracia todos los días

miércoles, 30 de enero de 2019

Dios Te Ama Perfectamente

Medita En
Pero Dios demuestra Su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Entonces mucho más, habiendo sido ahora justificados por Su sangre, seremos salvos de la ira de Dios por medio de El.  (Romanos 5:8–9)
Dios es un Dios de perdón.  Él te conoce perfectamente y así como eres te ama perfectamente.  Somos esclavos de la idea de que si alguien ve nuestros defectos, ya no nos amará más.  Bueno, aunque eso puede ser cierto en las relaciones humanas, Dios no es así.
Dios ve todas nuestras imperfecciones, fallas y defectos en Jesús en la cruz.  Nuestros pecados y fealdad no apagan Su amor.  De hecho, para Él son ocasiones para demostrar Su gracia y perdón a través de la sangre de Su Hijo, quien ha removido eficazmente todos nuestros pecados en el Calvario.
Así que, no te avergüences de tus defectos, errores e imperfecciones.  Dios conoce tus debilidades mejor que tú mismo y Él te ama igual.  Su Palabra nos recuerda que Jesús no es alguien “que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas.”  Jesús más bien, fue tentado en todos los puntos y aun así, Él permaneció sin pecado. (Heb. 4:15).  Él entiende cada tentación y cada prueba por la que estás pasando.  Él no está decepcionado de ti y no está esperando que tú cumplas con una lista de cosas que debes y no debes hacer, para así perdonarte y amarte.  La Biblia dice: “Pero Dios demuestra Su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Entonces mucho más, habiendo sido ahora justificados por Su sangre, seremos salvos de la ira de Dios por medio de El.” (Rom. 5:8-9)
¿Lo entendiste?  ¿Cuándo te amó Dios?
Es correcto, cuando aún eras pecador.  Antes de que incluso lo conocieras, cuando aún estabas en pecado, Él ya te amaba.  ¡Cuánto más hoy, que ya has sido limpiado por la sangre de Jesús y has sido hecho justo!  Habiendo recibido la justicia de Jesús, tú eres justo para siempre.  Incluso cuando caes en pecado, tus pecados no te convierten en un pecador otra vez.
Ahora cuando fallas, todavía eres la justicia de Dios.  Esto es porque tu justicia proviene de Jesús.  De la misma manera en que una hermosa mariposa no puede volver a convertirse en oruga, una vez que tú has sido justificado por la sangre de Jesús, tú no puedes volver a convertirte en pecador.  ¡Conocer tu identidad de justo en Él, te da entonces el poder para vencer sobre todo pecado, toda adicción y todo mal hábito!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

No hay comentarios:

Publicar un comentario