Medita En
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo
unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, más tenga vida
eterna”. (Juan 3:16)
Bajo el nuevo pacto de
Su maravillosa gracia, tu Padre en el cielo no busca juzgarte por tus fallas
porque Él ya ha juzgado cada una de tus fallas, errores y pecados en el cuerpo
de Su propio Hijo, Jesucristo. El nombre
que Jesús vino a revelar en el nuevo pacto de la gracia es “Padre”. Hoy Dios quiere acercarte
a ti como un Padre amoroso y afectuoso.
¿Conoces el alcance del
amor de Su corazón hacia ti?
¿Sabías que fue Su
idea enviar a Jesús para ser castigado en la cruz por ti?
Lee el pasaje más famoso
de la Biblia y personalízalo para que puedas ver el sentir del corazón de Dios
por ti: “Porque de tal manera amó Dios al
mundo, que dio a Su Hijo unigénito,
para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque Dios no envió a Su Hijo al mundo para
juzgar al mundo, sino para que el mundo
sea salvo por Él”. (Juan 3:16–17) Cree hoy, sin sombra de duda, que tu Padre te ama y envió a Su propio Hijo
para salvarte.
Comprende que no
estamos menospreciando la obra de Jesús en la cruz cuando hablamos del Padre y
Su amor por ti. La verdad es que Jesús vino a revelarte el amor del Padre.
Dios te amó tanto que envió a Su amado Hijo
unigénito a pagar el alto precio de la cruz para limpiarte de todos tus
pecados.
¿Sabes que Dios ama profundamente
a Jesús? Jesús es el amado Hijo de Dios,
la niña de Sus ojos. Ahora, si tu Padre
en el cielo no retuvo a Su precioso Hijo, Jesucristo, y lo sacrificó por ti, ¿cuánto crees que Él te ama? Tú ni siquiera puedes comenzar a comprender la
intensidad y la magnitud del amor de tu Padre por ti, hasta que te des cuenta
de lo mucho que el Padre ama a Jesús —porque Él entregó a Jesús para rescatarte.
¡Espero que estés
comenzando a experimentar y a ver por ti mismo cuán amado eres por el Padre y cuán precioso eres para Él! No le temas —mira el amor en el corazón de tu Padre revelado a través de la cruz del
Calvario.
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
No hay comentarios:
Publicar un comentario