Medita En
Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron
constituidos pecadores, así también por la obediencia de unos los muchos serán
constituidos justos. (Romanos 5:19)
¿A menudo sientes como
si Dios está disgustado contigo porque parece que no puedes salir de un mal
hábito? ¿Estás enfrentando una situación
que parece imposible de superar? Permíteme
compartir el testimonio de Colton contigo para mostrarte cómo creer en la obra terminada de Jesús y
recibir Su gracia, son claves para recibir tu rompimiento, avance o libertad.
Desde que Colton era
un pequeño niño, él trataba de agradar a Dios con su comportamiento y
obediencia. Cada vez que pecaba haciendo
o no haciendo algo, se sentía totalmente condenado y deprimido. Descubrió que cuanto más trataba de deshacerse
de ciertos malos hábitos mediante la autodisciplina, más continuaba en ellos.
Justo después de
graduarse de la escuela secundaria, este joven de Texas recibió uno de mis
libros. Leyendo el libro, él entendió
que Dios está completamente complacido con él —no a causa de sus obras, sino de
la perfecta obra terminada de Jesús en la cruz.
Colton comenzó a confesar
que él aún era justo en Cristo por medio de Su sacrificio perfecto, cada vez
que fallaba. ¿El resultado? Escucha lo que él dice: “Yo finalmente pude superar muchos hábitos y actitudes equivocados. También pasé de un promedio de calificaciones
de 1.76 en la escuela secundaria, a un
promedio de 4.00 en mi primer semestre en la universidad. Cuando empecé a ser más consciente de Jesús y
no de mi comportamiento, la fe simplemente estaba ahí y las cosas que me estaban
reteniendo se desvanecieron”.
Cuando Colton decidió seguir
la educación superior en el campo de la medicina, esta parecía ser una
situación imposible ya que la matrícula era simplemente inasequible para su
familia. Pero a medida que este hermano
continuaba creyendo en Dios y recibiendo Su gracia a través de Cristo
Jesús, él comenzó a ver “obstáculo tras obstáculo eliminado”. Él compartió felizmente conmigo: “Hoy, la mitad de mi matrícula ya ha sido
pagada, ¡y Jesús ya está trabajando para pagar el resto por mí!”
Amado, Dios aún te sigue viendo justo incluso cuando fallas, porque tú eres perfecto
y aceptado en Cristo, para siempre. Dios te juzga no en base a tu comportamiento imperfecto,
sino en base al comportamiento perfecto
y al sacrificio perfecto de Cristo. Cuanto
más creas y recibas esta verdad, como Colton, más vas a superar cada mal hábito,
y recibirás tus rompimientos.
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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