Inspiración de Gracia
Y hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. (Mateo 10:30)
Por mucho que yo amo a mi esposa y a mi hija,
nunca me he molestado en contar el número de cabellos en sus cabezas. No tengo el tiempo para hacerlo y dudo que
alguna vez desee hacerlo.
Todos los días, tu
cabello se cae. Sin embargo, Dios conoce
cuántos cabellos quedan en tu cabeza. ¡Y
Él también conoce cuántos están volviendo a crecer! Él lo sabe porque se molesta en volver a
contarlos. Cuando se trata de ti, Él
siempre tiene tiempo para cada pequeña cosa relacionada contigo.
Así que, cuando Jesús
dijo: “Y hasta los cabellos de vuestra
cabeza están todos contados,” Él no estaba exagerando. Él nunca exagera. Él quiere decir lo que dice y dice lo que
quiere decir. Entonces, que el Señor
diga que todos los cabellos de tu cabeza están contados, significa que Él
quiere que tú sepas que Él está muy interesado en ti y que tiene un
conocimiento íntimo sobre ti —tu cuerpo, familia, finanzas, relaciones... todo
en tu vida!
Él sabe sobre el dolor
que has estado sintiendo en tu cuerpo. Él
está al tanto de la preocupación financiera que le has estado ocultando a tu
familia. Él ve cómo te está tratando tu
desagradable jefe. Él comprende las
heridas que has estado guardando en tu corazón. Él escucha a tu corazón llorar por el milagro
de un bebé.
Tu Padre celestial
quiere que sepas que mientras algo te preocupe, Él no lo pasa por alto, incluso
si se trata de tu mascota, como se dio cuenta una miembro de nuestra iglesia. Ella entró en pánico cuando descubrió por
primera vez que su tortuga se había quedado ciega. Luego, recordando mis mensajes acerca de confesar
sanidad para nuestros cuerpos, ¡ella hizo lo mismo con su mascota! ¡Tres meses después, los ojos de la tortuga estaban
bien abiertos y podían ver!
Dios te conoce
íntimamente. Él conoce cada pequeño
problema que te preocupa y cada carga que tienes. Y cuando te acercas a Él en busca de ayuda, Él
tiene todo el tiempo para ti, como si nadie más existiera. ¡Así es lo valioso que eres para Él y cuán
absorto está Él en ti!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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