Inspiración de Gracia
“Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades han sido perdonadas, y cuyos pecados han sido cubiertos. Bienaventurado el hombre cuyo pecado el Señor no tomará en cuenta.” (Romanos 4:7-8)
Algunas personas piensan que si fueran más “rectas”
ante de Dios, entonces Él escucharía sus oraciones. Por ejemplo, a veces creen que si no hubieran
peleado con sus esposas o no hubieran tenido esos malos pensamientos al inicio del
día, Dios respondería a sus oraciones.
Dios no es así. Él quiere que tú sepas sin lugar a dudas, que siempre
puedes venir a Su trono de gracia con confianza y tener la certeza plena de que
vas a recibir Su misericordia y
gracia. (Ver Hebreos 4:16) Verás, debido
a la obra terminada de Jesús en la cruz, tú ya eres recto ante Dios. Tú no necesitas hacer nada para estar más recto
delante de Dios.
De hecho, por la fe en
Jesús, ¡tú has recibido tu justificación de Dios mismo! (Ver 2 Corintios 5:21) Y no importa cuántos errores cometas, tú nunca
perderás esa justicia que recibiste porque, en primer lugar, Dios te la dio aparte de tus obras. (Ver Romanos 4:5–6)
En otras palabras, Dios no te ve justo
porque tú seas bueno, sino porque has creído en Jesús.
Debido a lo que Jesús
hizo por ti en la cruz, todos tus pecados —pasados, presentes y futuros— están
perdonados. ¡Dios de ninguna manera recordará
otra vez tus pecados ni los tomará en cuenta contra ti! (Ver Hebreos 8:12,
10:17)
Amigo, debido a que Jesús
fue castigado por tus pecados, hoy, Dios no está llevando cuenta de tus pecados,
como algo contra ti. Esto significa que tus
pecados no impedirán que Él escuche y responda a tus oraciones. De manera que, tú siempre puedes correr a Su
presencia sabiendo que puedes permanecer allí confiadamente, y disfrutar de Su
presencia y Su amor.
Cuando conoces esta
verdad, ella va a hacerte libre en tu relación con Dios. Tú podrás hablar con Él sin miedo y sin ningún
sentimiento de condenación. Podrás
entrar en Su presencia y confiar en que Él siempre te escucha. Si algo sucediera en tu casa o en el trabajo,
no tendrás que llamar a los líderes de tu iglesia —¡tú orarás y Dios te escuchará!
Amado, tú eres justo
en Cristo y Dios escucha tus oraciones —¡todo gracias a Jesús!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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