Inspiración De Gracia
¿Alguna vez te has preguntado a qué
se refería Jesús cuando habló sobre el vino nuevo y los odres viejos? Él se refería a la mezcla de los dos pactos.
El vino nuevo representa el nuevo pacto de la gracia,
mientras que el odre viejo representa el antiguo pacto de la ley. ¿Has visto los odres viejos? Estos son frágiles, duros e inflexibles. Esa es la ley. Es inflexible. Y cuando tú viertes el vino nuevo de la gracia
en el odre viejo de la ley, perderás ambos porque el odre se arruinará y el
vino se derramará. Las virtudes de
ambos, tanto del antiguo como del nuevo pacto serán canceladas y se perderán.
Recibí una carta de Kirsten de Florida cuya experiencia
mezclando la ley y la gracia fue similar a la de los gálatas. Cuando ella recibió su salvación a la edad de
diecisiete años, experimentó el amor incondicional por primera vez en su vida
cuando la misericordia y la gracia de Dios la inundaron.
Al principio, ella dijo que la iglesia era toda una
alegría mientras adoraban, compartían y oraban. Pero a los pocos años, sucumbió a una
mentalidad de obras y comenzó a revisar las Escrituras para descubrir lo que
ella tenía que hacer. Habiendo perdido su alegría y su paz, ella estaba
atormentada por pensamientos de “no estar haciendo lo suficiente para Dios”.
La esperanza de Kirsten se reavivó cuando ella se topó con
uno de mis programas de televisión. Ella
dijo: “Esa pequeña chispa de esperanza más tarde estalló en llamas y me liberó.
¡Wow! La gracia de Dios es real y no depende de que “yo
esté haciendo lo suficiente para Él”.
No más obras motivadas por la culpa y la vergüenza que me
dejaron exhausta, abrumada y agotada. Mi
paz y mi alegría regresaron multiplicadas por cien, y yo pude relajarme y
disfrutar de mi relación con Dios, mi familia y mi iglesia”.
Eso no fue todo. Su
revelación de la gracia de Dios puso una nueva paz y descanso en su corazón de
tal manera que cuando la recesión económica en 2008 arruinó financieramente a
Estados Unidos y afectó a su familia, ella decidió descansar y creer que Dios
proveería para su familia.
“Yo oré una mañana para que Dios nos diera algo ese día que se
basara únicamente en Su gracia y no en nuestros esfuerzos”, dijo ella. “¡Menos de treinta minutos después, el antiguo
empleador de mi esposo lo llamó y le preguntó si quería recuperar su antiguo
trabajo! Mi esposo ahora gana tanto como
en su mejor año antes de la recesión. ¡La gracia de
Dios es sorprendente!”
Amado, no permitas que una mezcla de la ley y la gracia
invada tu corazón y tu mente. Dios odia
las mezclas porque estas te roban la libertad, la paz y la alegría que se
obtienen al descansar en la obra terminada de Su Hijo. ¡Esta te roba el poder de reinar en vida por
medio de la abundancia de Su gracia!
No puedes poner vino nuevo en odres viejos. Perderás ambos. Pero si tú simplemente te enfocas y meditas en
Su gracia y Su bondad hacia ti y tu familia, como Kirsten, verás que Su gracia provee
para ti abundantemente.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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