Inspiración De Gracia
“… me
ha ungido el Señor para traer
buenas nuevas a los afligidos; me ha enviado para vendar a los quebrantados de
corazón, para proclamar libertad a los cautivos y liberación a los prisioneros…
para conceder que se les dé diadema en vez de ceniza, aceite de alegría en vez
de luto, manto de alabanza en vez de espíritu abatido…” Isaías 61:1, 3
Después de varias décadas de ministerio,
he encontrado que solo la predicación de la gracia radical de Dios le lleva esperanza a los creyentes. Solo la obra terminada de Jesús puede darnos
plenitud, paz shalom y libertad de la condenación y de un pasado doloroso. Permíteme compartir contigo un testimonio de
alabanza a Dios que recibí de Alena, que vive en Nueva Zelanda. Escucha cómo Dios volvió a unir su corazón:
Pastor Prince, crecí en un hogar con un padre abusivo cuyas
conductas difíciles tensaron nuestras relaciones familiares hasta el punto de romperlas.
Cuando su salud se deterioró debido a
múltiples enfermedades, el Señor puso en mi corazón la necesidad de ayuda a mis
padres. Yo le pregunté: “¿Por qué yo? ¡Yo no puedo soportar las conductas de mi
padre!” Al final, le dije a Dios que
aunque yo no quería, lo haría por Él.
Mi cuidado para mis padres duró muchos, muchos años y me tocó
sacrificar mucho para cuidar a mi padre. Puse todo mi corazón en ello, orando por él y
haciéndole compañía cuando se sentía solo. Sin embargo, hasta el momento de su muerte,
todo lo que recibí de él fue rechazo. Siempre
que me acercaba a él, él simplemente volteaba su rostro. Nunca cedió, ni cuando le pedí perdón por
cualquier cosa que pudiera haber hecho para causarle daño, ni tampoco en su
lecho de muerte.
Puedes imaginar lo desgarrador que fue. Durante los preparativos de su funeral, yo estaba
tan devastada que ni siquiera podía pensar con claridad. Estaba totalmente destrozada. No podía respirar a causa del dolor y la culpa
abrumadora que había en mi corazón.
Leer su libro me ha traído la libertad sanadora que tanto necesitaba
debido a toda la culpa y condenación que se había acumulado dentro de mí. La liberación fue tan tremenda que salté de
alegría, lloré con el corazón durante días y sentí la paz de Dios en mi corazón
y en mi vida. ¡Me siento tan libre! Libre del peso de las enseñanzas legalistas, del
rechazo y de la esclavitud. El peso que se
me quitó de encima era tremendo. Mi
corazón, que una vez estuvo tan lleno de dolor, se volvió tan ligero, tan en
paz.
¡Gracias, Jesús, por Tu obra terminada en la cruz! ¡Yo soy libre de condenación! ¡Todos los días, yo confieso sobre mi familia
y sobre mí misma que somos grandemente bendecidos, altamente favorecidos y
profundamente amados! ¡Aleluya!
Es posible que tú estés familiarizado con la culpa y la
condenación que experimentó Alena durante ese período devastador de su vida. Quizás la condenación también te ha
aprisionado con un control asfixiante sobre algunas cosas que pueden haber
sucedido en tu pasado.
Amado, Dios en Su amor y gracia quiere liberarte hoy. Lo que tú necesitas saber es que ninguna
cantidad de esfuerzo por cumplir la ley de Dios puede darte la plenitud y
restauración que necesitas. Pero donde tú
no pudiste y no puedes, Jesús cumplió
la ley en tu nombre y pagó el precio
por tus pecados en la cruz.
Hoy, tu parte es creer
en tu Salvador y recibir de Él la
abundancia de gracia y el don de la justicia. Así es como recibes sanidad para tu corazón herido
y tu cuerpo lastimado, plenitud para tu mente, y Su fuerza y victoria para superar cada área de derrota y oscuridad en tu
vida. Es hora de dar un paso hacia una
vida de descanso en Cristo Jesús y Su obra terminada, y ver
como Él te da el rompimiento que necesitas.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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