Inspiración De Gracia
“…
porque esto es Mi sangre, la cual confirma el pacto entre Dios y Su pueblo. Es
derramada como sacrificio para perdonar los pecados de muchos”. Mateo 26:28. NTV
Hubo un tiempo en el que yo no sabía
cuál era la función principal de la sangre de Jesús o por qué esta brindaba
protección. Yo solo cubría todo con la
sangre de Jesús porque sabía que Su sangre nos protege de los planes del
diablo. Pero la razón principal por la
que Su sangre fue derramada es el perdón
de todos nuestros pecados. Es
imperativo que comprendas esto porque eso te dará libertad para presentarte delante
del trono de Dios confiadamente y como un Padre amoroso.
Amigo, “el acusador” vendrá en varias ocasiones para
hacerte sentir culpable. Él te perseguirá
por cada una de tus faltas y te hará sentir indigno de entrar en la presencia
de Dios. Él traerá de vuelta cada pieza
de ropa sucia, te mostrará una evidencia tras otra de tus fallas y te condenará
por ser un hipócrita. Mientras estás
intentando lidiar con el estrés y el temor, el diablo irá directo hacia la raíz
más profunda, usando la ley para acumular culpa y condenación sobre ti. Él sabe que cuando tú estás bajo condenación, el temor, el estrés y toda
clase de enfermedades te seguirán, así
que él va directo a la yugular.
¿Qué deberías hacer entonces? Tú deberías matar la condenación desde la raíz
y erradicarla de tu vida. No importa de
qué te condene el diablo, la verdad es que la sangre de Jesús ha sido derramada
para el perdón de todos tus pecados. No
hay ningún pecado, ni un ápice de culpa o condenación que el diablo pueda
lanzar contra ti hoy, que la sangre de Jesús no haya eliminado por completo.
Iris, que vive en Sudáfrica, tiene un testimonio para
compartir que demuestra el poder liberador del don de Dios de la no
condenación. Al crecer con padres
alcohólicos, Iris había sufrido abuso sexual y físico a manos de su padre, y
ella misma se convirtió en alcohólica a los trece años después de que su madre
muriera en un accidente automovilístico. Poco después ella fue llevada a un hogar para
niños a la edad de quince años, ella comenzó a tomar drogas y a llevar un
estilo de vida promiscuo.
Más adelante, ella se casó y tuvo tres hijos, pero su
matrimonio fracasó, lo que finalmente la llevó a una espiral descendente de
depresión y mala salud. Para ese tiempo,
ella ya había nacido de nuevo pero aún no tenía conocimiento del amor y la
gracia de Dios. Solo cuando el Señor le
mostró cuál era su problema de raíz, la verdadera sanidad comenzó a tener lugar:
En la iglesia, pasé por meses de “sanidad” para mis heridas, y aún
así, yo no podía salir del hoyo en el que estaba. Entonces, un día, en algún momento de 2011,
sintonicé su transmisión de televisión en Trinity Broadcasting Network (TBN) y
escuché su mensaje sobre cómo la condenación es la raíz de nuestros problemas. Yo escuché con mucha atención y me di cuenta
de que lo que usted decía era cierto. Cada
uno de los problemas de mi vida tenía un camino de vuelta a la condenación. Y cuando yo entendí eso y recibí el regalo de
no condenación del Señor, ¡me sentí, por primera vez, muy LIBRE!
Desde entonces, he estado viendo su programa todas las noches. Estoy mucho mejor física, mental y
espiritualmente. Lo que años y años de
estar en la iglesia no había podido hacer por mí, mi papá Dios lo hizo en poco
tiempo al hacer que yo le viera en TBN y al leer sus devocionales diarios. Realmente puedo decir que cada día es una
bendición para mí ahora debido a la libertad que estoy experimentando en muchas
áreas, y solo quiero vivir la vida alabando a mi Papá Dios todos los días por
Sus palabras de vida y gracia que han sanado mi cuerpo, mi corazón y mi mente. Mi oración es que Él me dé la misma unción que
está sobre usted para impartir Su amor, Su favor y Su gracia a los demás.
¡Qué maravilloso testimonio! Amigo, recibir tu libertad y tu rompimiento no
depende de cuán plagado de experiencias dolorosas está tu pasado, ni de los
errores que hayas cometido. Como Iris,
cuando tú recibes la gracia, el amor y la vida de Jesús, tú puedes recibir la
libertad y el futuro que quieres ver. Cuando
erradicas la condenación de tu vida, tú comienzas caminar hacia la libertad, la
sanidad y los rompimientos.
Amado, por cada falla de pensamiento, palabra o acción que
el enemigo traiga a tu mente, recibe esto nuevamente hoy: no hay ninguna condenación
para aquellos que están en Cristo Jesús. Recibir esta verdad y ser consciente de ella
todos los días hará que reines sobre cualquier pecado, adicción, depresión o dificultad
que te mantenga cautivo. Cuando Jesús
murió en la cruz, todas tus faltas fueron condenadas en Su cuerpo. Hoy, tú eres libre para vivir una vida
victoriosa, no por tu obediencia a la ley, sino por tu obediencia de fe en la
sangre y la justicia de Jesús.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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