Inspiración De Gracia
Porque
también Cristo murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos,
para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el Espíritu. 1 Pedro 3:18
¿Puedo mostrarte una hermosa imagen
del amor de Dios por ti que se encuentra en la historia de Daniel? Vimos cómo en el caso de Daniel, la ley del
país fue violada y cómo, a pesar de su amor por Daniel, el rey tuvo que cumplir
la ley y castigar a Daniel. Si no lo
hubiera hecho, él habría sido un rey injusto.
Ahora, imagina si alguien volviera un año después para acusar
a Daniel de este crimen y pidiera que Daniel fuera castigado nuevamente, ¿qué
haría el rey? ¿Volvería el rey a echar a
Daniel al foso de los leones? ¡No! Daniel ya había sido sentenciado; él ya había
pagado el precio por su violación de la ley.
Querido amigo, debido a que nuestro Señor Jesús fue castigado
en la cruz en tu lugar, el diablo no puede venir al Rey y pedirle que tú seas castigado
y echado al foso de los leones. Verás, tus
pecados fueron perdonados no porque el Rey simplemente decidió cerrar un ojo y
dejarte libre. El Rey perdonó tus
pecados con justicia después de haberlos
juzgado en el cuerpo de nuestro Señor Jesucristo. Él que era completamente libre de pecado tomó
tu lugar y cargó con todo el peso del castigo por tus pecados. (2 Cor. 5:21) TODOS tus pecados fueron juzgados legal y
judicialmente en la cruz. Debido a Su
obra terminada, una vez que tú recibiste al Señor Jesús en tu corazón, ¡la
justicia y la rectitud de Dios estarán de tu lado!
¿Sabes lo mucho que Dios ama a Jesús, Su amado Hijo y la
niña de Sus ojos? Entonces, oro para que
tengas una revelación de lo mucho que tu Padre celestial te ama A TI. Para redimirte, Dios pagó el precio con la
sangre de Su único Hijo. Debe haber sido
una decisión muy difícil para Él. Ninguno de nosotros podrá jamás comprender plenamente
lo que Dios experimentó al enviar a Su propio Hijo amado a la cruz.
Nosotros solo logramos visualizar un destello del tormento
que Dios sufrió cuando leemos sobre el sufrimiento del rey Darío. El rey Darío quería salvar a Daniel, pero él no
podía violar su propia ley. De manera
similar, Dios amando a Su Hijo, sabía que la única manera de salvarnos, a
nosotros que habíamos violado la ley, era sacrificando a Su propio Hijo,
Jesucristo. Oro para que esta revelación
de Su asombroso amor y gracia te dé la confianza de acercarte libremente a Él y
encontrar protección bajo Sus alas.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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