Medita En
¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los
impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla
de los escarnecedores, sino que en la ley del Señor está su deleite, y en Su
ley medita de día y de noche! Será como árbol firmemente plantado junto a
corrientes de agua, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no se marchita; en
todo lo que hace, prospera. (Salmos 1:1–3)
La Biblia nos dice: “Cuán bienaventurado es el hombre que no
anda en el consejo de los impíos”. Esto significa que aunque hay sabiduría en el
consejo del impío, un hombre bienaventurado no depende de éste, ni camina en él.
Por el contrario, su deleite está en la Palabra de Dios, que es la persona de Jesús.
Amigo, deja que tu
deleite esté en Jesús. Míralo en cada
página de la Biblia, mientras meditas en la Palabra de Dios día y noche.
Amado, ¿a qué consejero
acudirás hoy para provisión? Ten cuidado
con los consejeros impíos que prometen ganancias rápidas a corto plazo, pero
que podrían llevarte a una trampa de deudas. Por el contrario, a medida que medites en
Jesús diariamente, ¡vas a disfrutar las bendiciones de la abundancia como un subproducto
de solo estar en Su presencia! Conforme
te deleitas en Jesús, vas a producir fruto a su tiempo, tu hoja (tu salud) no
se marchitará, ¡y todo lo que hagas será bendecido en abundancia!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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