Inspiración de Gracia
Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el
Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado
gratuitamente. (1 Corintios 2:12)
Probablemente estés familiarizado con la
historia de cómo David, con una honda y una piedra, mató a Goliat, un guerrero
filisteo de un poco más de 3 metros de altura.
Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué David tuvo éxito mientras
que los demás del ejército de Israel ni siquiera se atrevieron a enfrentar a
Goliat?
El secreto de David
era que él era solamente consciente de
victoria y no de derrota, porque él conocía a un Dios que lo había rescatado
una y otra vez.
Puedes imaginarlo a él
diciendo: “Un día, yo estaba cuidando a mis ovejas cuando vino un león y tomó
una de ellas. ¡Yo no estaba dispuesto a
estar conforme con eso! Así que, fui
tras el león, lo atrapé por las barbas y lo golpeé. El
Señor me libró de las fauces del león. En otra ocasión, un oso vino y tomó a uno de
mi rebaño. Yo fui tras el oso y lo
golpeé. Así que el Señor también me libró del oso.
Este mismo Dios, que me libró
de las garras del león y de las garras del oso, me librará también de la mano este filisteo.” (Ver 1 Samuel 17:34–37).
David estaba consciente de lo que Dios había
hecho por él. Él sabía que Dios estaba
para él, que lo amaba, lo favorecía y le daría la victoria nuevamente. Amigo, tú también puedes recordarte a ti mismo
que el mismo Dios, que hizo tremendas cosas por ti en el pasado, hará lo mismo
por ti otra vez.
Sé como David, que solamente estaba consciente de la bondad y
fidelidad de Dios. No seas como el
ejército de Israel. Los hombres estaban
conscientes de las palabras negativas de Goliat. Yo creo que deben haber hablado sobre sus
amenazas, repitiéndose sus palabras entre ellos y, como resultado, llenaron sus
corazones de temor. (Ver 1 Samuel 17:11, 24)
Amado, no te alimentes
de las palabras negativas del hombre o del diablo. Estas solo te causarán ansiedad y temor. Aliméntate
de la Palabra de Dios leyendo la Biblia y escuchando mensajes acerca de quién
eres en Cristo y lo que Él ha hecho por ti. ¡Levántate a ti mismo con la Palabra de Dios
hasta que estés lleno del Espíritu y consciente de Dios, para que conozcas las
cosas que Dios te ha dado gratuitamente!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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