Inspiración de Gracia
Y la esperanza no desilusiona, porque el amor de Dios ha
sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue
dado. (Romanos 5:5)
Hoy, expresamos nuestra esperanza como si no
pudiéramos estar seguros de lo que realmente sucederá. Decimos: “Espero ganar ese premio. Espero que no llueva mañana. Espero que todo salga bien.”
Pero en la Biblia, la “esperanza” es una
expectativa segura y positiva del bien. Dios
quiere que tú tengas una expectativa segura del bien porque, como hijo Suyo, Él
te favorece. Debido a que Cristo está en ti, la esperanza de gloria (ver Colosenses
1:27), ¡tú puedes estar expectante de que la gloria de Dios brille en cada área
de tu vida, incluyendo tu familia, trabajo, ministerio, salud y finanzas!
La Palabra de Dios
dice: “Y la esperanza no desilusiona,
porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu
Santo que nos fue dado.” Puede ser
que hayas experimentado esperanzas que te desilusionaron, pero hay una esperanza que no desilusiona cuando
tú eres consciente de lo mucho que Dios te ama. Es una esperanza que brota del corazón de
Dios, quien te ama mucho.
Es interesante que la primera mención del
Espíritu Santo en el libro de Romanos esté ligada al amor de Dios. El libro de Romanos se considera fundamental
para los cristianos. ¿Podría ser que lo primero que el Espíritu
Santo quiere hacer es establecer en nuestros corazones que Dios nos ama? Muchas personas piensan que el Espíritu Santo
ha venido a enseñarnos acerca del poder. ¡Pero la verdad es que el Espíritu Santo no ha
venido a revelar el amor al poder, sino el
poder del amor!
Amigo, puede que tú
recién hayas perdido tu trabajo. Pero si
puedes decir: “Jesús me ama, eso lo sé,” también puedes decir: “Yo creo que
conseguiré un mejor trabajo mañana.” Puede
que tu novia recién te haya dejado por tu mejor amigo. Pero debido a que tú puedes decir: “Jesús me
ama, eso lo sé,” también puedes decir: “Voy a conocer a una mejor chica.”
Cuando tú crees que Dios te ama, tú tienes una
expectativa positiva del bien. Puedes tener
una esperanza que no desilusiona. ¡Así que, ten cuidado
con lo que esperas porque seguramente vas a conseguirlo!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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