Inspiración de Gracia
Porque la promesa a Abraham o a su descendencia de que él
sería heredero del mundo, no fue hecha por medio de la ley, sino por medio de
la justicia de la fe. (Romanos 4:13)
Dios prometió que tú serías heredero del
mundo. Esta es la misma promesa que Él le
hizo a Abraham. Y debido a que tú “eres
de Cristo, entonces eres descendencia de Abraham, heredero según la promesa.”
(Gálatas 3:29).
Cuando Dios te hizo
esta promesa, Él hizo que fuera fácil para ti recibirla —“por medio de la justicia de la
fe.” Todo lo que tú tienes que hacer
es creer que, como heredero del mundo,
todas las bendiciones son tuyas justamente porque Jesús murió para dártelas. Él también resucitó de los muertos para
hacerlas cumplir en tu vida.
Así que, no trates de
ganarte tus bendiciones “por medio de la ley,” —a través de tus esfuerzos o comportamiento. Recibe
con libertad lo que Dios te da gratuitamente a través de Cristo y Su obra
terminada en la cruz.
Cuando un miembro de
la iglesia fue despedido a sus 41 años de edad, él se negó a preocuparse y a pensar
que tenía que competir con el resto de la gente en el mercado laboral. En cambio, él creyó que por la gracia de Dios, él obtendría un mejor trabajo con
un salario más alto. ¡De hecho, por
medio de un conocido mutuo, le llegó un nuevo trabajo, con un pago que era 60
por ciento mayor que el anterior!
Otro hombre estaba experimentando
una relación tensa con su esposa, a tal punto de que el divorcio era inminente.
Cuando él comenzó a asistir a nuestra
iglesia, se dio cuenta de que él podía tener un matrimonio feliz, no tratando
de mantener el matrimonio o ganándose el amor de su esposa, sino creyendo que, aunque él aún podía ver sus
propias debilidades, él seguía siendo la justicia de Dios en Cristo debido a la
sangre de Jesús. Hoy, él y su esposa
están reconciliados y disfrutan de un matrimonio bendecido.
No dejes que el diablo
te descalifique trayéndote la ley y diciendo: “¿Cómo puedes tú recibir esta
bendición cuando apenas esta noche rompiste la ley de Dios?” o “¿Estás seguro que
tú mereces esto?” En cambio, di: “Padre, te doy gracias porque yo recibo
todo con libertad debido a Tu gracia, Tu favor inmerecido en mi vida, ¡debido a
la sangre de Jesús!”
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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