Inspiración de Gracia
Pero el Señor ha sido mi baluarte, y mi Dios la roca de mi refugio. (Salmos 94:22)
Imagina ser una viuda pobre, una extraña en la
tierra, y tener uno de los trabajos más bajos de la sociedad. Ésa era la situación de Rut, así que habría
sido fácil para ella sentirse vulnerable e indefensa. Pero debido a que ella confiaba en el Señor
(ver Rut 1:16), Él la puso bajo la protección de Booz.
Booz, el dueño del
campo en el que ella trabajaba, ordenó a sus siervos diciendo: “Dejadla espigar aun entre las gavillas y no
la avergoncéis.” (Ver Rut 2:15) Lo
que él les estaba diciendo a sus hombres era lo siguiente: “Ella puede ser una
espigadora, pero debido a que me preocupo por ella, la trato con respeto y me
aseguro de que no vaya a ser avergonzada.”
Booz es una imagen de
nuestro Señor Jesús. Si tú te estás
sintiendo vulnerable e indefenso en este momento, imagina a Jesús ordenando a Sus
ángeles, “Cuiden a esta persona que Me pertenece. Asegúrense de tratarle con respeto y que no
sea avergonzado porque es alguien a quien Yo amo y alguien por quien Yo morí.”
La Palabra de Dios nos
dice que “si Dios está por nosotros,
¿quién estará contra nosotros?” (Ver Romanos 8:31) Nadie que se haya puesto en nuestra contra
puede prevalecer porque cuando Dios está a nuestro favor, Su protección está
sobre nosotros. Es por eso que yo nunca
he respondido ninguno de los mensajes de correo electrónico venenosos que he
recibido en el transcurso de mi ministerio.
Mi actitud es esta:
Jesús es mi defensa. Si Él no me
defiende, significa que hay cosas en mi vida que no deben ser defendidas, y a
mí me gustaría enterarme de ellas lo más pronto posible. Por otro lado, debido a que yo tomo al Señor
como mi defensa, y Él me defiende, ¿qué pueden hacerme los que están en mi
contra?
Cuando tú te defiendes
a ti mismo, solamente tienes tus dos manos y tus recursos humanos propios. Pero cuando permites que Jesús tome tu
defensa, ¡Él te defiende con Sus manos perforadas por clavos y Sus legiones de
ángeles! Y los resultados serán
asombrosos.
Amado, el Señor es tu
defensa y tu refugio. ¡Confía en que Él
te defienda y provea para ti!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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