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martes, 29 de septiembre de 2020

El Señor Puede Hacerlo Y Quiere Hacerlo

 Inspiración de Gracia

Y extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante quedó limpio de su lepra.  (Mateo 8:3)

Cuando ves a alguien recibiendo un milagro de sanidad o un gran rompimiento financiero, preguntas: “¿Qué hay de mí, Señor?”  Yo creo que el leproso que vino a Jesús debe haber hecho la misma pregunta.

Debió haber oído o visto desde la distancia, ya que la ley no le permitía estar en lugares públicos, cómo Jesús había sanado a los enfermos.  Así que, él no tenía ninguna duda de que Jesús podía sanarlo, pero él no estaba seguro de si Jesús quería hacerlo.  Él le dijo a Jesús: “Señor, si quieres, puedes limpiarme.” (Mateo 8:2)  Él estaba seguro del poder de Dios, pero no del amor de Dios por él.

Al igual que el leproso, quizás tú no tengas ningún problema para creer que Dios puede darte tu milagro, ya que Él es Dios Todopoderoso.  Pero te preguntas si Él quiere hacerlo por ti.  Amigo, deja que las acciones de Jesús y la respuesta al leproso resuelvan esta pregunta de una vez por todas.  Él extendió Su mano, tocó al leproso y dijo: Quiero; se limpio.”  E inmediatamente, el leproso fue sanado.

Quiero que notes que Jesús tocó al leproso.  Él podría haberlo sanado desde la distancia con solo una palabra hablada.  Él había sanado a otros de esta manera, como en el caso del siervo del centurión y la hija de la mujer sirofenicia.  Entonces, ¿por qué Él tocó al leproso?

Jesús sabía que por muchos años, el leproso había sido apartado de su familia y de la sociedad, por lo que debió sentirse deshumanizado.  Yo creo que Jesús lo tocó para hacerlo sentirse humano otra vez, para hacerlo sentirse amado y aceptado, otra vez.  Tocarlo era Su lenguaje de amor para el leproso.

¿Puedes ver el amoroso corazón de Dios aquí?  ¿Puedes ver lo mucho que Él amaba al leproso?  ¡Así es lo mucho que Él  te ama!  ¡El día en que tú llegues a conocer el amoroso corazón de Dios y creas que Él quiere que tú estés bendecido, más de lo que tú quieres estar bendecido, será el día en que recibas tu milagro!

Amado, echa un vistazo al amoroso corazón de Dios, ¡y creerás que Él no solo es poderoso para hacerlo, sino que también quiere hacerte una persona plena!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

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