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sábado, 5 de septiembre de 2020

La Gracia De Dios Es Inmerecida

 Inspiración de Gracia

De Cristo os habéis separado, vosotros que procuráis ser justificados por la ley; de la gracia habéis caído.  (Gálatas 5:4)

¿Qué es la gracia de Dios?  En pocas palabras, la gracia de Dios es Dios bendiciéndote, sanándote y librándote debido a Jesús.  La gracia de Dios es Su favor inmerecido, que no hemos ganado y del que no somos dignos, dirigido hacia ti, simplemente, a causa de la obra terminada de Jesús en la cruz.

Debido a que la gracia de Dios se basa en la obra de Jesús y no en la tuya, la única forma en que puedes caer de esta gracia es creyendo que tú puedes merecerla, ganarla y ser digno de ella a través de tu obediencia y tus buenas obras.

Por ejemplo, tú caes de la gracia cuando dices: “Dios tiene que responder a mi oración porque yo he orado lo suficiente.”  También caes de la gracia cuando piensas que porque estás sirviendo en la iglesia o has dejado un mal hábito, Dios está complacido contigo y tiene que bendecirte.

Cuando tú piensas que es a causa de tus esfuerzos y obediencia que tú recibes las bendiciones de Dios, te vuelves como los fariseos.  Ellos creían que su observancia de la ley los justificaba y aseguraba que Dios los bendeciría.  Pero la verdad es que cuando tú crees como ellos, “de Cristo te habéis separado, tú que procuras ser justificado por la ley; de la gracia has caído.”  Esto significa que estás retirado de Cristo, quien es tu salvación, tu Redentor, tu sanador y tu proveedor.  ¡Cristo se ha vuelto sin efecto para ti!

Amigo, tú seguramente querrías que Cristo tenga efecto para ti.  Las personas para quienes Cristo tiene efecto reciben de Él el milagro que necesitan.  Cuando Él tiene efecto para ellos, Él es su sanador y ellos son sanados.  Él es su sabiduría y ellos son sabios ante los hombres.  Él es su buen éxito y ellos experimentan buen éxito en todo lo que hacen.

Amado, para que Cristo siempre tenga efecto para ti y para nunca cancelar la gracia de Dios que opera en tu vida, simplemente recuerda y cree que es debido a Cristo y Su obra consumada —Su sangre, Sus llagas, Su muerte, Su obediencia— ¡que tú eres justificado, sanado y bendecido!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

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