recibe pequeños mensajes de gracia todos los días

lunes, 26 de octubre de 2020

Perdona Y Deja Que Dios Haga El Resto

 Inspiración de Gracia

Sed más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, así como también Dios os perdonó en Cristo.  (Efesios 4:32)

A la gente le gusta decir: “Yo puedo perdonar, pero nunca olvidar.”  ¿Habías oído esto antes?  Ahora, en primer lugar, en ninguna parte de la Biblia Dios te dice que perdones y luego olvides.  ¡Eso no está en la Biblia!  El diablo está agregando algo aquí para hacer que esto te resulte una carga.

Dios solo nos dice que perdonemos porque Dios en Cristo nos ha perdonado una deuda que no podíamos pagar.  ¡Cuando hacemos esto, nos hacemos un favor porque albergar amargura y falta de perdón puede destruir nuestra salud algunas veces!

Así que solo perdona y deja que Dios se encargue del resto.  Cuando tú realmente perdonas, algunas veces, Él te hace olvidar.  Pero otras veces, tú aún recuerdas el incidente porque este fue algo importante en tu vida.  Sin embargo, cuando miras hacia atrás, el dolor ya no existe.  El aguijón se ha ido y tú no estás amargado.

José había perdonado a sus hermanos antes de que ellos vinieran y se inclinaran ante él.  Él recordaba lo que ellos le hicieron, pero no lo recordaba con amargura. (Ver Génesis 50:15-21)  De modo que tú puedes recordar el incidente, pero la amargura se ha ido porque has puesto la cruz en el cuadro —“Dios me perdonó en Cristo.  Papá, te perdono.  Mamá, te perdono.  Prima, te perdono.”

Cuando perdones, perdona por fe, no por tus sentimientos.  Nosotros caminamos por fe, no por sentimientos. (Ver 2 Corintios 5:7)  Algunas personas están esperando los sentimientos: —“Estoy esperando, Padre, que la emoción correcta venga sobre mí para perdonar a esa persona.”  ¡Esa “emoción correcta” puede nunca llegar!

No, perdona por fe y hazlo una vez y para siempre.  Pasa tiempo en oración.  Saca tu diario y anótalo: “Padre, traigo a esta persona delante de ti.  Tú sabes lo que me hizo.  Padre, como Tú me perdonaste a mí por medio de la cruz de Jesús, aunque yo no lo merecía, por fe, yo ahora perdono a esta persona y dejo que mi ira contra él/ella se vaya en el nombre de Jesús.  ¡Amén!"

Una vez que tú perdones por fe, vas a ver que el aguijón de la amargura es removido de tu corazón.  ¡Vas a experimentar la paz y el gozo de Dios llenando tu mente y verás una mayor medida de plenitud en tu cuerpo!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

No hay comentarios:

Publicar un comentario