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martes, 6 de octubre de 2020

¡Toma, Toma y Toma Más!

 Inspiración de Gracia

Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente.  (1 Corintios 2:12)

Como hijo del Dios Altísimo, Dios quiere que tú sepas las cosas que te han sido dadas gratuitamente.  Él quiere que tú las recibas gratuitamente aunque estas le hayan costado a Él, Su Hijo.  Él pagó el precio, pero Él quiere que tú recibas las bendiciones gratuitamente.  Así es Su amor por ti.

Quizás tú le estés preguntando a Dios: “¿Cómo es que yo no tengo esta bendición?  ¿Y por qué tengo tan poco de eso?”

Yo creo que Él te está diciendo esto: “¿Qué te hace falta, hijo Mío?  ¿Salud?  ¡Tómala!  Ya ha sido pagada con la vida de Mi Hijo.”

“¿Necesitas paz en tu mente?  Mi Hijo usó la corona de espinas en Su cabeza para dártela.  ¡Tómala!”

“¿Te hace falta sabiduría?  ¡Toma mi sabiduría!”

“¿Necesitas la victoria?  La victoria no es algo que se obtiene.  Es un regalo que se recibe.  ¡Tómala!”

“¡Toma Mi provisión!  ¡Toma Mi favor!  ¡Cada vez que vengas a Mi Presencia, toma y toma un poco más!”

Dios, tu Padre celestial, quiere que tú recibas como el hijo pródigo, quien no merecía nada, pero recibió todo. (Ver Lucas 15:11–24)  Dios se deleita en dar gratuitamente.  Y Él se deleita en que tú recibas gratuitamente porque esto demuestra que tú valoras y aprecias el sacrificio de Su Hijo.

Tú lo pierdes cuando estás ocupado tratando de ganar lo que se te ha dado gratuitamente, cuando piensas que tú debes hacer más para que Dios te bendiga o que debes pagar el precio por ello.  Dios no puede dártelo basado en tus obras porque si es por obras, ya no es por gracia.  Cuando tú intentas trabajar por ello, frustras la gracia de Dios, tomando a la ligera la obra de Jesús en el Calvario.

Amigo, los días de intentarlo, de esforzarse y de buscar merecerlo, se terminaron.  Llegaron los días de tomar, tomar y tomar más.  ¡Toma y traerás placer al corazón de Dios!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

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