Inspiración de Gracia
Y nosotros hemos llegado a conocer y hemos creído el amor
que Dios tiene para nosotros… (1 Juan 4:16)
Puede que tú sepas que Dios se preocupa por ti
y te ama, y que Él demostró Su amor por ti al morir en la cruz por ti, pero ¿lo
crees? Una cosa es conocer acerca del amor que Dios tiene por ti, pero otra cosa es realmente
creerlo en tu corazón.
Una cosa es saber que
el sol brilla sobre nosotros durante el día. Pero otra cosa es creer que el sol sigue
brillando a pesar de que no sentimos su calor y todo lo que vemos son nubes
oscuras. A veces somos lentos para creer
en el amor de Dios por nosotros cuando estamos pasando por un momento difícil. Pero Dios quiere que tú conozcas y creas que
Él te ama en medio del contrato que está fracasando, cuando ese trabajo tarda
en llegar, cuando el jefe está solo buscando tus fallas o cuando tu hijo
todavía se niega a regresar a casa.
En medio del dolor, Él
quiere que tú conozcas y creas que Él está completamente de tu lado
defendiéndote y cuidándote. Y si Dios,
el ser más poderoso del universo, está por ti, ¿puede alguien o algo venir
contra ti y tener éxito?
Quizás te sientas como
que te has equivocado a lo grande. Dios
quiere que tú conozcas y creas que aunque otros estén enojados contigo, Él
nunca se enojará contigo. Él tampoco te
condenará. La suma total de Su ira
contra tus pecados cayó sobre Jesús en la cruz. Por eso Él quiere que tú conozcas y creas que
Él nunca te castigará porque Jesús fue castigado en tu lugar.
Cuando te sientas
indigno porque acabas de fallar por enésima vez, conoce y cree que tu Padre
celestial aún te ofrece el regalo de la no condenación. Así que, acércate con confianza a Su trono de
gracia para obtener misericordia y hallar gracia. (Ver Hebreos 4:16)
Amigo, conoce y cree
que, dado que Él te amó y murió por ti cuando tú aún eras pecador (ver Romanos
5: 8) en tu peor y más feo estado, cuánto más es Su amor por ti ahora que tú eres
Su hijo amado la justicia de Dios en Cristo (ver 2 Corintios 5:21).
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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