Inspiración de Gracia
En verdad os digo que cualquiera que diga a este monte: “Quítate y arrójate al mar,” y no dude en su corazón, sino crea que lo que dice va a suceder, lo obtendrá. (Marcos 11:23)
Dios dice que vamos a obtener cualquier cosa
que digamos. Así que, cualquier cosa que
queramos tener, nosotros podemos decirlo y obtenerlo. Desafortunadamente, nosotros a menudo decimos
lo que no queremos tener.
Por ejemplo, decimos: “Yo
no sé por qué gasto mi dinero tan rápido todos los meses. Incluso cuando mi jefe me da un incremento,
nunca parece ser suficiente dinero.” Y
es cierto, nosotros vemos falta de dinero al final de cada mes.
Verás, tú obtendrás cualquier
cosa que digas, bueno o malo. Entonces,
¿por qué no cambiar lo que ha estado diciendo a: “De ahora en adelante, yo tendré
más que suficiente porque Jesús se hizo pobre en la cruz, para que yo pudiera
ser provisto financieramente —2 Corintios 8:9. ¡Así que escasez, vete en el nombre de Jesús!”
Cualquiera que sea la
montaña de dificultad que tú tengas, ya sea una montaña de deudas o una
condición de salud grave, Jesús dice: “En
verdad os digo que cualquiera que diga
a este monte: ‘Quítate y arrójate al mar,’ y no dude en su corazón, sino crea que lo que dice va a suceder, lo obtendrá.”
Jesús resalta la
importancia de decir al mencionar el verbo “decir” dos veces, pero el verbo “creer”
sólo una vez. Nuestro problema hoy es
que hay más predicación acerca de creer, que de decir. Así que, la razón por la que a las personas
les resulta difícil caminar en fe es que ellos no están hablando la Palabra lo
suficiente.
Pero si nos enfocamos
más en decir la Palabra de Dios, la fe vendrá. Así es como Dios avivó la fe de Abraham. Él cambió la forma de decir de Abraham, cuando
cambió su nombre de Abram a Abraham, que significa “padre de muchas naciones.”
(Génesis 17:5) A partir de ese momento,
cada vez que Abraham se presentaba, él decía: “Hola, mi nombre es Padre De Muchas
Naciones.”
Amado, declara tu
abundancia, diciendo: “El Señor es mi pastor, nada me falta.” (Salmos 23:1) Habla tu sanidad, diciendo: “¡Por las heridas
de Jesús soy sanado!” (Ver Isaías 53:5) ¡Y vas a obtener todo lo que tú digas!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
No hay comentarios:
Publicar un comentario