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sábado, 28 de noviembre de 2020

La Creación No Puede Pero La Redención Si Puede

 Inspiración de Gracia


Y le dijo: “Ve y lávate en el estanque de Siloé” (que quiere decir, Enviado). Él fue, pues, y se lavó y regresó viendo.  (Juan 9:7)

Cuando Adán pecó y cayó, todo lo relacionado con la creación cayó.  Sin embargo, las personas hoy todavía están poniendo su confianza en la creación.  Por ejemplo, ellos tratan de volverse saludables comiendo lo que se llama la “dieta del Edén” —verduras y nada de carne.  Ellos actúan como si la creación no hubiera caído.  También olvidan que hay personas que comen bien y hacen ejercicio con regularidad, ¡y aun así caen muertas en lo mejor de sus vidas!

Gracias a Dios que lo que la creación no puede hacer, la redención si puede hacerlo y lo hizo.  Jesús demostró esto cuando Él escupió en el suelo, hizo barro con la saliva y lo puso en los ojos de un hombre ciego. (Ver Juan 9:6–7)  Ahora bien, ¡es verdaderamente inusual poner barro en los ojos de un hombre ciego porque este se volvería doblemente ciego!

Entonces, ¿por qué Jesús hizo eso?

Él nos estaba demostrando que todas las partes de nuestro cuerpo provienen de la tierra y que debido a que la creación ha caído, la obra de la creación no puede abrir los ojos de un ciego.  ¡Pero la obra de redención sí puede hacerlo!  Es por eso que Él envió al ciego al estanque de Siloé.  La palabra “Siloé” significa “Enviado,” refiriéndose al enviado, Jesús.  Cuando el ciego se lavó los ojos en el estanque del enviado, él recibió sanidad sobrenatural para sus ojos.

Amados, cuando vayamos a Jesús, el enviado que vino a redimirnos pagando el precio de Su sangre, y descansemos en Su obra terminada, vamos a recibir el milagro que necesitamos.  Si creemos que por Sus llagas hemos sido sanados (ver Isaías 53:5), nosotros tendremos mayor salud que aquellos que confían en la creación.

Jesús fue enviado para redimirnos de toda maldición que vino sobre la creación con la caída de Adán. (Ver Gálatas 3:13)  Él nos ha redimido de la enfermedad, el dolor, la tristeza, la depresión, la pobreza e incluso la muerte.  El mundo puede conocerlo a Él como el Creador.  Pero hoy, nosotros lo conocemos como nuestro Redentor.  Donde la obra de la creación no puede salvarnos, ¡Su obra de redención si puede y lo ha hecho!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

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