Inspiración de Gracia
Porque el asombro se había apoderado de él y de todos sus compañeros, por la redada de peces que habían hecho. (Lucas 5:9)
Siendo un joven cristiano, crecí escuchando a
los predicadores decir que Dios solo suple nuestras necesidades, no nuestros
deseos. Sin embargo, en la Biblia, Dios claramente
nos muestra que Él quiere satisfacer no solo nuestras necesidades, sino también
nuestros deseos.
Por ejemplo, el famoso
“salmo del pastor” comienza con: “El
Señor es mi pastor; nada me faltará.”
(Salmos 23:1) Otro salmo dice: “Temed al Señor, vosotros Sus santos, pues nada les falta a aquellos que le
temen. Los leoncillos pasan necesidad y
tienen hambre, mas los que buscan al Señor no carecerán de bien alguno. (Salmos
34: 9-10)
Uno de los nombres de
nuestro Dios es Jehová Jireh, que significa “el que provee todo.” Él provee más que suficiente. El Dios de más que suficiente vino en carne y
caminó entre Su pueblo. Y mientras caminaba
junto al mar de Galilea, Él no les dio a Sus discípulos bendiciones pequeñas. Es por eso que le dijo a Pedro: “Sal a la parte más profunda y echad
vuestras redes [plural] para pescar.”
(Lucas 5: 4), y no “echad vuestra red
[singular].” ¡Y qué redada resultó ser —una
redada que hacía hundir la barca y romper la red! Fue una bendición tan grande e inesperada que
Pedro y todos los que estaban con él se quedaron “asombrados por la redada de
peces que habían hecho.”
Amado, mira el corazón
de Dios para ti hoy. Él quiere prosperarte.
No te conformes con menos, pensando que
Él solo satisface tus necesidades y no tus deseos. Si necesita un trabajo, recuerda que Él quiere
que ores no solo por un trabajo, sino por una posición. Cuando tú tienes una posición, tienes
influencia y puedes impactar vidas. Quizás lo que necesitas es un incremento
salarial. Entonces, ¡ora no solo por eso,
sino también para estar en una posición en la que puedas dar incrementos!
Tú pudiste haber
empezado siendo pobre cuando comenzaste a seguir a Dios. Pero no puedes quedarte en necesidad cuando
sigues al Dios de más que suficiente. De
hecho, como Pedro, tú también te sorprenderás de que Dios provea más de lo que
necesitas y más de lo que habías pedido.
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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