Inspiración de Gracia
Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que
meditarás en él día y noche… porque entonces harás prosperar tu camino y
tendrás éxito. (Josué 1:8)
Yo siempre me había preguntado por qué los
judíos leen en voz alta la Torá (los primeros cinco libros de Moisés). Hasta que un judío cristiano me dijo que por
generaciones, ellos han leído la Palabra de Dios en voz alta debido a Josué 1:8
—“Este libro de la ley no se apartará de
tu boca, sino que meditarás en él
día y noche.”
La palabra “meditar”
en inglés significa reflexionar. Pero en
hebreo, es la palabra hagah, que
significa pronunciar o murmurar en voz baja. En otras palabras, cuando tú meditas en la
Palabra de Dios, estás pronunciando o confesando Su Palabra en lugar de
simplemente asentir a ella mentalmente.
Amigo, hagah la Palabra de Dios al confesar
versículos en las áreas en las que estás pidiendo y creyendo a Dios por un
rompimiento. Cuando yo trabajaba en
ventas, confesaba versículos como: “Honra
al Señor con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos; entonces tus
graneros se llenarán con abundancia...” (Proverbios 3:9-10) ¡En el primer año, yo me convertí en el mejor
vendedor de mi empresa! Mi camino se
hizo próspero y yo disfruté de buen éxito.
“Pastor Prince, yo estoy
esperando que Dios haga prosperar mi camino.”
No, la Biblia dice que
tú harás prosperar tu camino, cuando hagah
la Palabra de Dios. Por lo tanto, habla
los versículos en las áreas en las que deseas ver rompimientos y vas a tener
buen éxito.
Algunas personas tienen
un éxito que los destruye —ya no los ves en la iglesia y sus familiares tampoco
pueden verlos ya. Ese es un mal éxito. Pero cuando tú hagah la Palabra de Dios, tú tendrás un buen éxito que no te destruirá.
Ahora, confesar la
Palabra de Dios no mueve a Dios a hacer cosas por ti. Esto no es una fórmula. Dios ya se había movido cuando Él entregó a
Jesús para morir por ti. Sin embargo,
cuando tú confiesas Su Palabra, esto te mueve de una posición de duda a fe. Esto mueve tu corazón de una posición de “¿Será
cierto esto?” a “¡Yo lo creo!” Cuando
eso sucede, “¡tú estás haciendo prosperar tu camino y entonces tendrás buen
éxito!”
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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