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miércoles, 2 de junio de 2021

La Sobreabundancia De La Gracia De Dios

 Inspiración De Gracia


Y la ley se introdujo para que abundara la transgresión, pero donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia.  Romanos 5:20

En el Libro de Romanos, el apóstol Pablo dijo: “¿Qué diremos, entonces?  ¿Continuaremos en pecado para que la gracia abunde?” (Romanos 6:1)  Obviamente, Pablo estaba predicando la gracia de Dios de manera tan radical que fue mal entendido y acusado de decirle a la gente que pecara más para que la gracia abundara.  Por supuesto, ese no era el caso.

Pablo nunca dijo: “Pequemos más para que la gracia abunde” (y por cierto, yo tampoco he dicho eso).  El pecado es malo y conduce a consecuencias destructivas.  Pero, ¿has notado en las Escrituras de hoy qué es lo que realmente hace que el pecado aumente?

Lee de nuevo la escritura de hoy.  Pablo declara muy claramente que la ley se introdujo para que abundara el pecado.  Lo que esto significa es que mientras más se predica la ley, más abundará el pecado.  Después de todo, “el poder del pecado es la ley”. (1 Cor. 15:56)  Por lo tanto, cuando vemos el pecado y predicamos más de la ley, ¡estamos agregando más leña al fuego!

Al decir que “donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia”, Pablo quiso decir esto: el pecado no detiene el fluir de la gracia de Dios, pero la gracia de Dios detendrá el pecado.  Pregúntate a ti mismo ¿qué es mayor, tus pecados o la gracia de Dios?  La respuesta es obvia.  ¡La gracia de Dios siempre es mayor!

De hecho, cuando leemos “donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia” el griego original dice exactamente eso: donde abundó el pecado, la gracia sobreabundó.  El erudito griego Kenneth Wuest capta bien esto en su traducción de este versículo: “donde el pecado aumentó, la gracia sobreabundó y todavía un poco más por encima de eso”.  ¡Qué grandioso es esto!

Lo que Pablo está diciendo es que donde hay pecado, donde existe el “quedarse corto o errar en el blanco” (la definición de “pecado” en el Léxico Griego de Thayer), allí es exactamente donde encontrarás la gracia de Dios —Su favor inmerecido para tu empoderamiento y victoria— en una medida sobreabundante.  ¿No es asombroso?

Contrariamente al pensamiento tradicional, la gracia de Dios no te abandona cuando erras en el blanco.  ¡Qué consuelo y fuente de fortaleza es saber que Su gracia no nos deja, sino que está justo en medio de nuestras dolorosas debilidades, fallas y situaciones menos que perfectas, para empoderarnos para reinar sobre todas ellas!

Amigo, quizás has estado luchando contra cierta debilidad o fallando en algún área de tu vida.  Podría ser enojo, falta de perdón o una adicción que parece que no puedes dejar.  Yo te animo a que aumentes tu exposición a la gracia de Dios.  Sigue escuchando la predicación sobre la belleza de la persona de Jesús y Su obra terminada.  Mantente meditando en Su amor y en lo que Él ha logrado para ti en la cruz, porque la gracia es el único poder que puede detener el pecado en tu vida.

Cuando falles, en lugar de sentirte culpable y condenado, recibe la sobreabundante gracia de Dios que te dice que tú todavía eres justo en Cristo.  Es Su gracia sobreabundante la que te rescatará de ese pecado.  Aquellos que se abaten entre la culpa y la condenación son los que no tienen la capacidad de vencer sus pecados.  Ya que ellos creen que la gracia de Dios se ha ido, ¿qué esperanza pueden tener?  La victoria sobre el pecado llega solo cuando las personas encuentran la sobreabundancia de la gracia de Dios.  ¡Es Su gracia la que ha hecho justos a los pecadores!

No dejes de lado esta poderosa revelación.  ¡Este es el evangelio de Jesús!  Debido a que todos tus pecados fueron castigados en el cuerpo de tu sustituto, Jesucristo, la justicia de Dios está de tu lado, exigiendo tu justificación y tu perdón.  Es por eso que, incluso cuando tú fallas, la gracia de Dios sobreabundará y se tragará tu falla que ya fue pagada en el Calvario.  ¡Aleluya!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

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