Inspiración De Gracia
Pero
el Señor está conmigo como campeón temible; por tanto, mis perseguidores
tropezarán y no prevalecerán. Jeremías
20:11
¿Sabes que el mejor momento para
agradecer a Jesús por Su presencia es cuando no “sientes” Su presencia? Cuando se trata de la presencia de Jesús, no
te dejes llevar por tus sentimientos. Los
sentimientos pueden ser engañosos. Sigue
por Su promesa de que Él es Emanuel —¡Dios con nosotros!
¿Has escuchado la historia de un novio que se acercó a su
pastor casi inmediatamente después de la ceremonia de su boda? Él se acercó a su pastor y le dijo: “Pastor,
¿puedo hablar con usted un segundo?”
“Seguro”, respondió el pastor.
El novio dijo: “¿Sabes qué? No me siento
casado.”
El pastor lo agarró por el cuello y gruñó: “Escucha,
muchacho. Tú ESTÁS casado, lo sientas o
no, ¿entiendes? ¡Solo toma por fe que tú
estás casado!”
Verás, amigo, no puede dejarte llevar por tus
sentimientos. Déjate guiar por la verdad
y la verdad es esta: Dios prometió, “Nunca te dejaré ni te desampararé.” Así que, el mejor momento para practicar Su
presencia es precisamente cuando tú sientes
que Jesús está a 100,000 millas de distancia. Recuerda que los sentimientos no se basan en
la verdad. ¡La Palabra de Dios es la
verdad!
Poco después de graduarme de la escuela secundaria, tomé
un trabajo de medio tiempo para enseñar en una escuela primaria donde me pusieron
a cargo de una clase de niños de 10 años. Recuerdo que un día, cuando estaba practicando
Su presencia, me arrodillé en la sala de mi casa y oré: “Señor, solo quiero
darte gracias porque Tú siempre estás conmigo.” Mientras estaba de rodillas, el Señor me dijo
que orara específicamente por una de las niñas de mi clase que había faltado a
la escuela ese día.
Ahora, es muy común que los niños falten a clases de vez
en cuando por diferentes razones y el Señor nunca me había guiado a orar
específicamente por ninguno de ellos. ¡Esta
chica fue la primera! El Señor me dijo
muy claramente que orara para que Su protección estuviera sobre esta niña y que
la cubriera con Su sangre preciosa.
Al día siguiente, hubo una gran conmoción en la escuela y
supe que la niña había sido secuestrada por un reconocido asesino en serie esa
misma tarde cuando el Señor me había dicho que orara por ella. El asesino, Adrian Lim, había secuestrado a
varios niños para ofrecerlos como sacrificios al diablo. Él creía que Satanás le daría poder cuando le
ofreciera la sangre de estos niños.
Durante los siguientes días, esta niña de mi clase estuvo
en todos los medios nacionales porque había sido liberada milagrosamente. Lamentablemente, ella fue la única niña
liberada. Todos los demás niños
secuestrados habían sido brutalmente asesinados.
Cuando ella regresó a clases, le pregunté cómo llegó a ser
liberada. Ella me dijo que su
secuestrador estaba “orando” respecto a ella, cuando de repente se detuvo y le
dijo: “Los dioses no te quieren.” Ella fue
liberada rápidamente esa noche. Por
supuesto, tú y yo sabemos por qué los “dioses” no la querían —¡ella estaba
cubierta y protegida por la sangre de Jesús!
Pon atención a lo que estoy diciendo aquí. Actualmente, en los Estados Unidos y en todo
el mundo, el diablo está tratando de destruir a una nueva generación porque él teme
que los jóvenes del nuevo milenio se apoderen del mundo para Jesús. Es por eso que nosotros tenemos que cubrir a
nuestros hijos con la protección de Jesús.
Yo estoy compartiendo todo esto contigo porque quiero que
veas la importancia y el poder de practicar Su presencia. Como maestro, durante ese tiempo, mi clase
era mi responsabilidad, al igual que mi congregación es mi responsabilidad hoy.
Piensa conmigo: ¿De qué manera, con mi conocimiento e
inteligencia finitos, podría yo haber sabido que uno de mis estudiantes estaba
en grave peligro? ¡Eso no es posible! Pero debido a que el Señor, quien sabe todas
las cosas, estaba conmigo, Él me permitió hacer la diferencia en la vida de mi
estudiante.
De manera similar, sea cual sea tu función o tu vocación,
ya seas un maestro de escuela, un líder empresarial o una ama de casa, quiero
que sepas que Jesús está contigo y Él quiere hacerte exitoso. Ahora, recuerda, todo esto me sucedió antes de
convertirme en pastor de tiempo completo, así que por favor no pienses que este
favor inmerecido de Jesús es solo para los pastores. Amado, Su favor inmerecido es para ti. El
Señor, Emanuel, está contigo.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
No hay comentarios:
Publicar un comentario