Medite En
…
El, convencerá al mundo de pecado, de justicia… de pecado, porque no creen en
mí; de justicia, porque yo voy al Padre y no Me veréis
más.
Juan 16:8-10
Cuando fui
salvo siendo joven, recuerdo como después de hacer la oración del
pecador, un consejero me preguntó: “Sabes qué tienes ahora adentro de ti?” Yo dije: “No.” Él dijo: “Una vez eres salvo, tienes al
Espíritu Santo dentro de ti.”
Luego, él
me dijo: “El Espíritu Santo es el timbre ding-ding dentro de ti. Él está allí porque cuando tú hagas algo
incorrecto, Él hará: ‘¡Ding-ding! ¡Ding-ding!’” Y de ahí en adelante, yo sentía como si siempre
había alguien vigilándome, no para descubrirme haciendo lo correcto, sino para descubrirme
haciendo lo incorrecto. Comencé a ver al
Espíritu Santo como un criticón!
Estoy tan contento porque entiendo mejor ahora. El Espíritu
Santo no es un “timbre ding-ding,” y
ciertamente no es un criticón. Él no
convence a los creyentes de sus pecados.
Al contrario, Él convence a los creyentes de su justicia en Cristo!
Los versos
de hoy nos muestran que el Espíritu Santo convence al mundo (no creyentes), de
un pecado en particular –el pecado de no creer en Jesús. Nosotros los creyentes no podemos ser
convencidos de este pecado de no creer, porque nosotros ya creemos en
Jesús. De lo que el Espíritu Santo si
nos convence es de nuestra justicia. Dios
nos dio al Espíritu Santo para recordarnos que somos justos en Cristo debido a
Su sacrificio.
Amado,
agradezca a Dios por que el Espíritu Santo está en usted para convencerle de
justicia. Cuando usted falla, Él es la voz
tierna y esperanzadora que le señala hacia la cruz y le dice: “La sangre de
Jesús ha eliminado este pecado. Tú todavía
eres justo.” Él te da la fuerza para
levantarte nuevamente sobre tus pies y seguir caminando con Dios. Y cuando tú sabes que eres justo, tú vas a vivir
una vida que honra a Dios!
Bendiciones,
Joseph Prince
que liberador es esta palabra, gracias por compartirla
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