Gálatas
3:5
Aquel,
pues, que os suministra el Espíritu y hace milagros entre vosotros, ¿lo hace
por las obras de la ley o por el oír con fe?
Imagina
que estás en un servicio de sanidad. Un alcohólico
entra a la iglesia, apestoso a alcohol. Se
sienta detrás de la pianista, una señora muy amable que ha estado sirviendo en
la iglesia durante 50 años. Ambos han
estado sufriendo de artritis reumatoidea.
El poder sanador de Dios está presente.
En un instante, el alcohólico, que nunca antes había estado en la
iglesia, es sanado. La pianista no.
La
mayoría de las personas al escuchar historias como esta, se enojan y se sienten
confundidos. Puede ser que se pregunten:
“¿No debería Dios haber sanado a esa señora tan amable que le ha servido
fielmente todos estos años, y no a ese borracho libertino?” Verás, muchas personas todavía creen que Dios
solamente sana a quienes se lo merecen.
Pero
no es así como Dios opera. Dios ve la
fe, no las obras. Su poder se hace
manifiesto en aquellos que confían en Su bondad, en vez de confiar en su buena conducta. Así que, si vamos de regreso al ejemplo
anterior, Dios quiere sanarlos a ambos, al alcohólico y a la amable
pianista. Todo lo que ellos deben hacer,
es recibir de gracia o favor inmerecido, por medio de la fe.
Verás,
nosotros no podemos ganarnos las bendiciones de Dios. Las recibimos al creer en el amor de Dios y
Su gracia hacia nosotros. Si recibimos
la mayor de las bendiciones —la salvación— simplemente al creer que Jesús hizo
todo por nosotros, y no porque trabajamos por ella, ¿qué nos hace pensar que las
otras bendiciones menores, pueden ser obtenidas por nuestras obras?
Así
que, si mi hija Jessica resulta enferma, yo no voy al Padre y le digo: “Padre,
sana a mi hija porque yo soy el Pastor Joseph Prince y predico sanidad a las
personas.” No, yo voy a Él por la sangre
de Jesús y le digo: “Padre, te agradezco porque 2,000 años atrás, Jesús llevó
las enfermedades de Jessica en Su cuerpo.
Y sobre esta base y por Tu gracia, yo la declaro sana en el nombre de
Jesús.”
¡Cuando
tú simplemente crees que recibes tus bendiciones con base en la obra terminada
de Jesús y solo por Su gracia, vas a recibir tus bendiciones!
Pensamiento Del Día
El poder de Dios se hace
manifiesto en aquellos que confían en Su bondad, en vez de confiar en su buena
conducta.
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