Medita En
Jesús les dijo: “Yo Soy el pan de la vida; el que viene a Mí no
tendrá hambre, y el que cree en Mí nunca tendrá sed”. (Juan 6:35)
Quiero animarte a
hacer que escuchar las buenas nuevas de Jesús sea una
prioridad diaria. Escucha, sé lo locos y ocupados que pueden
llegar a ser nuestros días. Pero cuando el
día termina y no hemos escuchado nada acerca de Jesús, nos sentimos vacíos,
estresados, preocupados, temerosos y deprimidos.
Amigo, Jesús es el pan de vida y el agua viva.
No importa cuán ocupados estemos, es
prudente no descuidar el alimentarnos con
Su persona. Sé que en lo natural,
esto puede sonar simplista. Puede que te
estés preguntando: “¿Cómo puede el simple hecho de escuchar acerca de Jesús
cambiar las cosas en mi vida y mis circunstancias?” La verdad es que las cosas de Dios realmente
no son complicadas. Solo piensa en la
mujer que sufrió de hemorragia durante doce años. El simple hecho de escuchar acerca de Jesús y
Su gracia le infundió tanta esperanza,
tanta fe y tanto coraje que fue capaz de recibir la
sanidad por la que empezó a creer. No
subestimes el poder de escuchar acerca de
Jesús solo porque suena simple.
Hay un hermoso verso
en los salmos que dice: “Enséñanos a
contar de tal modo nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría”.
(Sal. 90:12) ¿Quieres saber el secreto
de numerar tus días y no permitir que un solo día de tu vida se desperdicie? La clave se encuentra en el versículo 14,
donde dice: “Sácianos por la mañana con
tu misericordia”. La palabra “misericordia”
aquí es la palabra hebrea hesed, que
significa la gracia de Dios. Dios nos está diciendo que estemos satisfechos todos los días con Su gracia.
Te sugiero que antes
de hacer algo —revisar documentos, ver tus correos electrónicos o hacer esa
llamada telefónica importante— comiences
el día con Jesús y te satisfagas con Su gracia. Puedes leer un devocional acerca de la gracia
de Dios, alimentarte del amor del Padre, meditar sobre Su gracia, escuchar un
mensaje que trate completamente acerca de Jesús y abrir Su carta de amor para
ti —Su Palabra.
¡Pero Pastor Prince,
mis mañanas son bastante corridas! ¿Cuánto
tiempo debo pasar haciendo esto? ¿Cuánto
debo leer, escuchar u orar?
Amado, la clave no es
ser legalista al respecto. Si para ti no
funciona hacerlo en la mañana, busca el momento que mejor se adapte a tu
horario. Puede ser durante tu hora de
almuerzo o justo antes de irte a la cama. El principio clave aquí es estar satisfecho
diariamente con Su gracia. Aliméntate
de Él hasta que tu corazón esté lleno y
satisfecho con Su gracia. Realmente
no se trata de cuánto tiempo usas, sino de tu nivel de satisfacción.
Disfruta la presencia de Dios diariamente. Él disfruta tener una relación contigo y
quiere llenar tu corazón con Su gracia, paz, sabiduría y alegría.
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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