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viernes, 5 de julio de 2019

La Sabiduría De Dios Te Hace Ascender


Medita En
Y Faraón dijo a José, “Puesto que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay nadie tan prudente ni tan sabio como tú. Tú estarás sobre mi casa, y todo mi pueblo obedecerá tus órdenes; solamente en el trono yo seré mayor que tú”.  (Génesis 41:39–40)
En Génesis 41:38–41, vemos cómo cuando Faraón vio que el Espíritu de Dios estaba en José y que no había nadie que fuera tan sabio y tan entendido como José, el Faraón lo puso a cargo de todo Egipto.
Amigo, quiero que notes esto: José sabía que Dios era la fuente de su sabiduría.  Cuando Faraón dijo: “He tenido un sueño y no hay quien lo interprete; y he oído decir de ti, que oyes un sueño y lo puedes interpretar”, José respondió de inmediato: No está en mí, Dios dará a Faraón una respuesta de paz”. (Gén. 41:15–16)  José sabía que su sabiduría era el resultado del favor inmerecido del Señor y no tomaría el crédito por ello.  Claramente, aquí había un hombre que entendía la gracia, y a quién se le podía confiar los aumentos, ascensos y más buen éxito.
Observa la sabiduría de José en acción.  José no solo interpretó el sueño de Faraón. Él continuó aconsejando al Faraón sobre cómo aprovechar los siete años de abundancia para prepararse para los siete años de hambruna que se le revelaron en su sueño.  ¿Notaste cómo el sabio consejo de José condujo a la creación de una posición de influencia para sí mismo?  Así es como opera la sabiduría del Señor.  Proverbios 18:16 dice: “La dádiva (don) del hombre le abre camino y lo lleva ante la presencia de los grandes”.  José sabía que su sabiduría era un don del Señor.  Él sabía que él no lo había ganado y que éste fluía del favor inmerecido del Señor hacia él.
Los caminos del Señor son maravillosos.  Mira el alcance del ascenso de José en Génesis 41.  En el espacio de menos de una hora, ascendió de ser un humilde prisionero hasta la oficina de más alto rango en todo Egipto.  ¡Ese, mi amigo, es el favor inmerecido de Dios!  ¡Sin luchas, sin esfuerzo propio, sin compromisos y sin manipulación, solo la pura gracia y la gracia misma hizo toda la diferencia en la vida de José!
Recuerda que cuando el Señor está contigo, tú eres una persona exitosa.  Si sientes que estás en una prisión ahora, atrapado en una situación sin esperanza en la que no sabes qué hacer, pídele sabiduría al Señor.  La Biblia dice: “Si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”. (Santiago 1:5)  Pedirle al Señor sabiduría es decir: “Señor, yo no puedo, pero Tú puedes.  Renuncio a mis propios esfuerzos y dependo completamente de Tu favor inmerecido y de Tu sabiduría inmerecida”.  A medida que recibas Su sabiduría, riquezas, honor y una larga vida, te seguirán.  ¡Corre hacia Él ahora mismo!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

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