Medita En
Por tanto, habiendo
sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro
Señor Jesucristo, por medio de quien también hemos obtenido entrada por la fe a
esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la
gloria de Dios. (Romanos 5:1–2)
La Palabra de Dios nos
dice que Jesús creció en sabiduría, en estatura y en favor con Dios y con los hombres. (Ver
Lucas 2:52) Como Jesús, tú puedes crecer
en sabiduría y en el favor inmerecido de Dios. ¿Cómo?
Probablemente has notado que algunos creyentes parecen experimentar
mucho más favor inmerecido que otros. Yo
creo que eso se debe a que estos creyentes comprenden la clave para acceder al
favor de Dios. Romanos 5:2 explica
claramente que “hemos obtenido entrada
por la fe a esta gracia [favor inmerecido] en la cual estamos firmes”. Para obtener acceso a tu computadora o tu
cuenta bancaria, necesitas una contraseña. Para obtener acceso al favor inmerecido de
Dios e incrementarlo, la “contraseña” o clave que debemos tener es fe, ¡fe para creer que TÚ,
_______________ (coloca tu nombre aquí), eres
altamente favorecido!
Una de las cosas que
les he enseñado a los miembros de mi iglesia es que declaren sobre sí mismos
que son grandemente bendecidos,
altamente favorecidos y profundamente amados.
“¿Cómo puedo saber que
soy grandemente bendecido, Pastor Prince?”
Lee Hebreos 6:13–14
por ti mismo. Dios quería que
estuviéramos bien anclados en el conocimiento seguro y firme de que Él nos bendecirá a nosotros que somos
la simiente de Abraham, así que Él juró por Sí Mismo, diciendo: “Ciertamente, te bendeciré y ciertamente te multiplicaré”.
“¿Cómo puedo decir que
soy altamente favorecido?”
Efesios 1:6 nos dice
que por Su gracia (favor inmerecido), Dios “nos
hizo aceptos en el Amado”. En el texto original en griego, la palabra “acepto”
es la palabra charitoo, que significa
“altamente favorecido”.
“¿Y realmente soy
profundamente amado por Dios?”
Dios no solo nos ama. Juan 3:16 dice que “tanto amó Dios al mundo,
que dio a Su Hijo unigénito”. Él demostró
que nos amó TANTO cuando envió a Jesús a morir en la cruz por nosotros.
Oro al Señor para que
los versículos que te he mostrado aquí, te ayuden a creer que a través de Jesús, tú en verdad eres grandemente
bendecido, altamente favorecido y profundamente amado. Si estas verdades aún no están establecidas en
tu corazón, comienza a declararlas. Mírate a ti mismo en el espejo cada mañana y
declara con confianza: “Debido a la obra perfecta de Jesús en la cruz, yo soy
justo por Su sangre, ¡y soy grandemente bendecido, altamente favorecido y
profundamente amado! Espero las cosas
buenas que son enviadas para mí. ¡Espero
buen éxito y tengo una expectativa confiada del bien!”
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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